La crisis engulle la innovación privada

Actividad productiva propicia a la innovación: la de energías renovables; en la imagen, parque de generación eléctrica a partir del viento. / DA

ROMÁN DELGADO | Santa Cruz de Tenerife

La fundación para la innovación tecnológica Cotec (entidad que un grupo de empresarios españoles decidió crear como tal en 1992, con el fin de promover la innovación tecnológica e incrementar la sensibilidad social por la tecnología en el país) ha difundido el contenido de un nuevo trabajo técnico, en este caso el Informe 2013 sobre Tecnología e Innovación en España.

El estudio recoge la evolución de los principales indicadores de I+D+i a escala nacional y por comunidades autónomas, y además realiza su comparación internacional. El documento incluye además la opinión de más de un centenar de expertos sobre la situación y evolución futura del sistema español de innovación, y dedica un capítulo especial al crecimiento verde, un aspecto clave para el avance económico sostenible en el ámbito global.

El patrón de la contribución de las comunidades autónomas al gasto total de I+D+i español en 2011 (últimos datos oficiales disponibles) es similar al de años anteriores, con Madrid a la cabeza (26,5%), seguida de Cataluña (21,9%), País Vasco (9,9%), Andalucía (11,6%) y Comunidad Valenciana (7,4%). Éstas suman una aportación conjunta del 77,3% en el total del gasto nacional en el ámbito I+D+i.

En términos de gasto en I+D+i según porcentaje del PIB regional, también se mantiene una distribución parecida a la de años anteriores, con el País Vasco (2,10%), Navarra (2,05%), Madrid (1,99%) y Cataluña (1,55%) por encima de la media nacional (del 1,33%). Canarias está en el grupo de las comunidades que no llegan al promedio nacional. De todas las regiones españolas, sólo el País Vasco y Navarra aumentaron su esfuerzo en 2011, en siete y tres centésimas de punto, respectivamente, mientras que el esfuerzo en Madrid cae ocho centésimas hasta quedar por debajo del 2%, y el de Cataluña se reduce una décima. En el resto de regiones, la caída del esfuerzo fue generalizada, desde una centésima de punto en Castilla-La Mancha hasta casi dos décimas en Aragón.

En términos de gasto por habitante, siguen en cabeza País Vasco, Navarra y Madrid, con ligeras subidas respecto a 2010, pero sin superar, salvo el País Vasco, la cota de los 600 euros alcanzada en 2009. Cataluña redujo su gasto por habitante de 428 a 410 euros, y el resto de las comunidades registró un gasto por habitante menor que la media nacional, que en 2011 fue de 300 euros por habitante, inferior a los 309 de 2010.

Tanto la opinión de los expertos consultados a principios de este año por la fundación Cotec como los datos recogidos en el informe evidencian el deterioro de la mayoría de los indicadores y apuntan a empeoramiento futuro. La evolución más preocupante es la reducción del gasto corriente en I+D+i empresarial, lo que demuestra que la crisis ya está destruyendo la escasa capacidad investigadora de las empresas españolas. Entre los pocos aspectos positivos, hay que destacar la mejora de las exportaciones de bienes de equipo y la reducción del fracaso escolar. Las conclusiones del documento técnico, que presentó en su día ante los medios el director general de Cotec, Juan Mulet, parten del análisis de “datos del INE, desde que comenzó la crisis en España, en 2008, hasta 2011, el último año del que se dispone de registros. En ese periodo, el número de empresas con actividades innovadoras se redujo el 43%, mientras que el de empresas con actividades de I+D cayó el 36%. Este rápido descenso, según los expertos consultados por Cotec, va a seguir en los próximos años; por eso, de seguir así la evolución, pronto el número de empresas españolas con actividades de I+D y de innovación se situará a la mitad de las que había al comienzo de la crisis”.

“Si crear el sistema español de innovación que teníamos antes del comienzo de la crisis, que, aunque era pequeño, ya había demostrado un cierto grado de madurez y eficiencia (y debía convertirse en el embrión del nuevo modelo productivo que necesita la economía española), costó 20 años de grandes esfuerzos, tanto públicos, con los impuestos de los ciudadanos, como privados, por parte de las empresas, ahora la pérdida de la mitad de ese sistema deteriora gravemente la competitividad del país porque supondría perder diez años de avance y de progreso. Ello será muy difícil de recuperar”, lamentó Mulet.

Empresas locales radicadas en un
polígono industrial de Tenerife. | S.M.

Sin reacción social

“Lo más sorprendente -señaló la misma fuente- es que esa destrucción del tejido empresarial innovador español se está produciendo sin ninguna reacción social significativa, seguramente porque nuestra sociedad todavía no es consciente de la importancia de la innovación para garantizar nuestro crecimiento económico y nuestro bienestar social. Y esto se debe, probablemente, a que hemos vivido en un sueño de riqueza basado en un modelo productivo especulativo que no generaba valor, pero que nos permitía adquirir a otros países la tecnología y la innovación que necesitábamos para mantener nuestros elevados niveles de calidad de vida. Ahora ese modelo se ha agotado, y muy difícilmente se va a poder recuperar; por ello, para asegurar el mantenimiento de los niveles de bienestar a los que nos habíamos acostumbrado, la sociedad deberá volcarse en apostar por un modelo productivo basado en el aprovechamiento del conocimiento para generar valor, es decir, en la innovación”.

Menos en todos los sectores

Tal y como recoge el Informe Cotec 2013, el gasto total en I+D+i en España se situó en 14.184 millones de euros en 2011 (1,33% del PIB), lo que supone una reducción del 2,8% respecto al año anterior.

Esta caída supera en intensidad la experimentada en 2009, que fue sólo del 0,8%. Además, por primera vez se produce en todos los sectores.

La Administración redujo su gasto en I+D+i en 2011 el 5,7%; la Enseñanza Superior, en el umbral del 2,9%, y las empresas, en el 1,5%.
España, al contrario

El informe también señala que en 2011 la actividad de I+D+i ocupaba en España a un total de 215.079 personas en equivalencia a jornada completa (EJC), de las que el 60,6% eran investigadores (130.235), lo que supuso una caída, por primera vez, en la senda de crecimiento que se había mantenido hasta entonces. La crisis ha afectado sobre todo a los investigadores públicos, cuyo número se redujo por primera vez en 2011, con una caída total del 4,4%, hasta situarse en 85.078.

Los investigadores de la Administración se redujeron el 6,1%, hasta situarse en 22.893, y los de la Enseñanza Superior, el 3,7%, hasta situarse en 62.185. En el sector privado también hubo menos, con reducción del 1,1%, hasta los 44.915.

En cuanto a datos comparables internacionalmente y correspondientes a 2010, éstos ponen de manifiesto que España todavía no había iniciado la senda de la recuperación que ya habían emprendido otros países.

Ese mismo año, tanto el gasto en I+D+i como el PIB español se reducen en torno al 1%, mientras que en el conjunto de los cinco principales países europeos esos indicadores crecieron el 2,7% y el 3,4%, respectivamente.

Pérdida continua

Los registros señalan que España continúa la pérdida de posiciones respecto a los países de referencia iniciada en 2009, lo que supuso el fin de la continuada tendencia a la convergencia comenzada en 1994. Aunque no se dispone de cifras comparables internacionalmente posteriores al año 2010, el informe señala que todo parece apuntar a que, desde entonces, la situación ha seguido empeorando para España, mientras que los países del entorno avanzan en su recuperación.