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Un estudio vincula la pobreza y el riesgo cardiovascular en las Islas

La pobreza incide directamente en las patologías cardiovasculares. / DA
La pobreza incide directamente en las patologías cardiovasculares. / DA

JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife

“Las clases más desfavorecidas tienen peor salud cardiovascular”. Lo que dicho así puede parecer una obviedad, ha sido constatado ya científicamente por un grupo de expertos coordinados por el doctor Antonio Cabrera, miembro de la Unidad de Investigación del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC). El estudio, elaborado sobre una cohorte de más de 7.000 personas, determinó que las personas de clases más desfavorecidas de la isla de Tenerife tienen un patrón dietético peor, ya que por ejemplo consumen más grasas y azúcares gratinados, presentan un consumo más bajo de ensaladas y más elevado de fritos y carnes.

“Esto algo que se podía intuir, pero que ahora se ha analizado en un estudio específico, donde hemos visto que las personas de clases más bajas tienen mayor volumen de grasa y, entre otros, presentan porcentajes más altos de hipertensión entre las mujeres y un mayor consumo de tabaco en los hombres”, explicó a este periódico el doctor José Carlos del Castillo, secretario del Grupo Nacional de Enfermedad Cardiovascular de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria y director médico del Hospital San Juan de Dios.

Del Castillo, que participa en este ambicioso proyecto, recalcó que el informe también revela que “hay un mayor sedentarismo en el tiempo de ocio según el estrato social”. “Esto antes se compensaba porque el trabajo, en gran parte vinculado a la construcción en el Archipiélago, era un trabajo activo, pero ahora, con el aumento de la tasa de paro, es claramente plausible que al disminuir las actividades laborales el patrón dietético se ha deteriorado, lo que ha hecho que aumente el riesgo de enfermedad cardiovascular”, subrayó José Carlos del Castillo, que hoy será uno de los ponentes que participan en la II Jornada sobre Riesgo Cardiovascular que se celebra esta tarde en el Salón de Actos del Hospital San Juan de Dios de la capital tinerfeña.

En el encuentro se darán a conocer las conclusiones de este estudio, en el que se analiza el impacto social de las enfermedades cardiovasculares en Canarias. Al respecto, el doctor Del Castillo manifestó al DIARIO que “hay diferencias significativas entre los diferentes tipos de alimentación de las clases sociales, y es relevante constatar que el patrón dietético viene influido claramente por la clase social, considerando los parámetros de actividad laboral, ingresos económicos, tamaño de la vivienda por el número de personas y nivel de estudios”. “Y todo ello reveló que los condicionantes sociolaborales está íntimamente ligados a la nutrición y, por tanto, a la salud cardiovascular”, insistió el médico tinerfeño, que lleva años trabajando en el ámbito de la prevención cardiovascular y ha participado en numerosos estudios sobre este tema.

En Canarias, desde hace dos años la primera causa de muerte es el cáncer, por delante de la enfermedad cardiovascular.

Sin embargo, el doctor José Carlos del Castillo recordó que “cuando hablamos de enfermedad cardiovascular hay que establecer dos grupos: por un lado están las enfermedades del corazón, como las cardiopatías isquémicas; y, por otro, las enfermedades cerebrovasculares, como son los ictus”. En estos momentos, según los últimos registros del Grupo Nacional de Enfermedad Cardiovascular de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, el Archipiélago es la comunidad con las tasas de mortalidad por cardiopatía isquémica más altas del país, siendo Las Palmas la primera provincia de este ranking y Santa Cruz de Tenerife la quinta.

“Pero, paradójicamente, somos de las regiones con las tasas más bajas por enfermedad cerebrovascular”, reveló el doctor Del Castillo, quien dejó claro que disponer de una herramienta útil y práctica que permita el abordaje integral de los factores de riesgo cardiovasculares que están en la génesis de esta enfermedad, así como la modificación de los hábitos y estilos de vida que inciden en su aparición, se configura como la “piedra angular” para su prevención y control.

“Las enfermedades cardiovasculares en Canarias son una de las primeras causas de muerte en la edad adulta, produciendo un alto grado de discapacidad y una enorme repercusión socioeconómica. La prevención y control de esta enfermedad constituye uno de los retos más desafiantes para nuestro sistema sanitario y para los profesionales de la salud”, concluyó el facultativo tinerfeño.

doctor José Carlos del Castillo.
El doctor José Carlos del Castillo. / DA

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Más anorexia entre las clases pudientes

La prevalencia total entre obesidad y sobrepeso en Canarias es del 32,8%, una región donde la obesidad alcanza el 18% y el sobrepeso el 14,8%, según los últimos estudios realizados por la Consejería de Sanidad. Ante esta situación, expertos como el doctor José Carlos del Castillo destacan la necesidad de “modificar los hábitos de vida de la población” de las Islas.

Ello incluye a todas las clases sociales, ya que, por ejemplo, una de las conclusiones del estudio coordinado por la Unidad de Investigación del Hospital de la Candelaria es que las clases más altas tienen más riesgo de padecer anorexia y menos de obesidad, algo que se invierte entre los colectivos más desfavorecidos.

“Se debe fomentar una alimentación sana y adecuada a las necesidades según la edad y el sexo, beber agua como única bebida, promover juegos activos, así como reducir el ocio sedentario, además de evitar premiar a los niños con alimentos ricos en azúcares y grasas”, señaló el doctor Del Castillo, quien recordó que “el sobrepeso y la obesidad están asociados a enfermedades como la diabetes, la hipertensión arterial y la dislipemia, entre otras”.

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