X
economía >

Juan García Padrón: “En este lustro, hemos vendido 26.266 coches menos en la provincia, el 68%”

   

Juan García Padrón

Juan García Padrón. | DA

ROMÁN DELGADO | Santa Cruz de Tenerife

Juan García Padrón ya lleva muchos años en los negocios en Canarias, y la verdad es que no le ha muy ido mal. Sólo basta con atender a sus explicaciones acerca de las actividades productivas del grupo que lidera para comprobar que tal afirmación es muy precisa. Hombre sereno, trabajador y con velocidad lenta y ritmo acompasado en el habla, García Padrón acoge al periodista en su casa de la firma Autoinsular con extrema amabilidad. Se trata de su nueva y excelente casa industrial, la que ha estrenado hace algunos meses en la urbanización Acorán, en el distrito Suroeste de la capital tinerfeña. En esta añadida ubicación, en el interior de su despacho de administrador general de Autoinsular, SA, el conocido empresario analiza el descalabro que se ha producido en la venta de turismos y vehículos derivados en las Islas, con mención especial a la provincia tinerfeña, en cuyo mercado sus compañías en la actualidad operan.

Según apunta García Padrón, con las tablas impresas de ventas entre sus manos, completadas con registros de la Dirección General de Tráfico para la provincia tinerfeña, en 2007, en las cuatro islas de la provincia occidental de Canarias, se comercializó, a través de la oferta de concesionarios locales de entonces, la cifra de 38.788 unidades. Esto fue antes del estallido virulento de la actual crisis económica en 2008. Al cierre del año pasado, 2012, aquella magnitud cayó hasta los 12.522 vehículos (26.266 unidades menos en un lustro), con un desplome insostenible del 67,72%, muy malo para muchos, principalmente para los concesionarios más endeudados en las Islas. Esa tendencia significó que la venta integral para la provincia bajara y bajara escalones hasta reposar en el peldaño con la cifra grabada de 12.522 coches, el del año pasado. Como dato positivo, en parte por los planes de reactivación del consumo de turismos integrados en la gama PIVE, hasta cuatro hoy en día, y quizás también por una pequeña mejoría de la situación económica general, en el año en curso, todo apunta, dice el responsable de Autoinsular, concesionario oficial de Citröen en la provincia tinerfeña, a que el umbral de 12.000 unidades se mantenga, coche arriba coche abajo. Y esto, que es la ruina para tantas empresas del sector, para García Padrón es, se puede decir, un dato positivo, pues al fin parece que en 2013 no se va a seguir cayendo más. Y luego, claro está, queda la recuperación económica de verdad, que Juan García Padrón retrasa y retrasa, y razón tiene en hacerlo, que seguro que ya más de una vez, como además ha ocurrido con los mejores economistas del país, se ha equivocado.

-¿Qué le parece a usted si iniciamos la entrevista con el desplome de las ventas de turismos y vehículos comerciales desde 2008 hasta hoy en día?

“En el año 2007, el ejercicio anterior al estallido de la crisis, en la provincia tinerfeña se vendieron 38.788 unidades; en cambio, al cierre de 2012, cinco años después, aquel registro llegó a 12.522, con una caída brutal del 67,72% [26.266 coches menos]. Todo apunta a que este año se cerrará con una cifra similar a la de 2012, lo que significará que se contiene la caída activada desde 2008, algo que parecía que no tenía fin. El actual no es un mercado suficiente para que muchas de las firmas que hoy operan como concesionarias puedan subsistir. El problema fundamental de éstas es el endeudamiento tan grande que tienen debido a la euforia del año 2007. Ahora hay gente que se encuentran con 11.000 metros cuadrados de instalaciones y que sólo venden 11 coches al mes. Esto es la ruina total. El problema del endeudamiento es muy importante y, salvo excepciones, todas las compañías están endeudadas. Ahora es lo que está pasando. Yo no sé cuántas empresas del ramo hay exactamente en concurso de acreedores: entre ocho y doce en la provincia, calculo. El número de concesionarios se ha quedado en la mitad del que había en 2007, y de éste el 50% está sumido en procesos concursales”.

-¿Se ha planteado el agrupamiento de empresas como vía para contener con más fortaleza el drama actual?

“Nosotros, en Tenerife, poco, por no decir nada. Yo vengo hablando del asunto del tamaño de las empresas y la competitividad desde hace mucho tiempo. Si nosotros hace 15 años éramos menos y hoy las empresas siguen siendo del mismo tamaño o incluso más pequeñas, no hay correspondencia. Las empresas deben crecer un poco más en escala. Pero no necesariamente con la misma marca societaria, sino incluso haciendo fusiones. Hay que intentar hacerlas mayores, a todas las empresas de Canarias. Yo he sido presidente de la patronal Femete y entonces había 1.500 firmas con pocos trabajadores. Hace falta ser un poco mayor para poder competir en mejores condiciones. Cuando se oye por ahí eso de que hay que ir a África, pues claro que sí, pero tendremos que ser mayores, tener fondos propios y que las firmas estén bien capitalizadas. Lo que yo propongo es que la Reserva de Inversiones [ahorro fiscal del REF], que siempre se ha aplicado a activos fijos nuevos, menos desde 2007, que fue además para algo de personal, pero siempre para activos fijos, se pueda aplicar, al menos el 10%, a activos circulantes, y no sólo a activos fijos; es decir, que la Reserva se pueda aplicar a aumentar el capital social, sólo una parte, de manera que empresas de Tenerife o de Fuerteventura que se dediquen a la fontanería, por ejemplo, se puedan fusionar para trabajar en todo el mercado interior canario y además puedan ampliar su capital social, y también atender asuntos propios más amplios. Si la empresa está mejor dimensionada, ésta puede intervenir en toda Canarias; si tuviera mayores fondos propios, también puede ir a otros mercados de fuera. Pero yo sé que eso ahora no es aceptable. Europa no acepta la Reserva en los activos circulantes, sino sólo en los fijos, pero no sé si ahora mismo, para crear una empresa mayor, ello contribuye a sostener el empleo. Europa podría ceder a esta petición empresarial como algo específico canario”.

Juan García Padrón

García Padrón durante la entrevista. | DA

-¿Esta formulación tiene reflejo en la patronal provincial? ¿Hay consenso sobre este asunto en el seno de CEOE-Tenerife?

“Digamos que hay una opinión de que esto puede ser útil. Ahora estoy leyendo el último libro publicado por José Carlos Francisco y una de las transformaciones que él propone es la de las fusiones de sociedades, para así ganar dimensión. Con la mejora de las economías de escala, hay más sinergias. Las fusiones se hacen para mejorar las cosas pensando en el accionista, el cliente y el empleado, para que las tres partes estén mejor que antes: para la sostenibilidad empresarial. Ésta es una forma de garantizar el futuro. Es necesario que ello empiece a funcionar así. Nosotros, cuando entramos en Europa de forma plena, en el año 1991, que en 1986 se hizo con la fórmula del Protocolo II, en esos seis años, sólo hubo discusiones, pero no se pensaba en cómo dimensionar nuestras empresas. Esto es fundamental para que se pueda consolidar la sociedad y para que la clientela salga beneficiada. Tal cuestión no se ha abordado con seriedad. Desde el momento en que se mezcla la Reserva de Inversiones actual con la posibilidad de que se pueda aplicar a mejorar el capital social, se generan discrepancias y entonces una posible reforma se queda trabada”.

-¿Qué impacto ha tenido en la economía canaria la decisión de empresas locales de ir a países africanos?

“No creo que sean más de ocho o diez empresas las que se hayan quedado en otros sitios. Los de Cabo Verde miran mucho nuestro mercado, pero no lo sé. No sé qué niveles de inversión hay en esas zonas y cómo ello ha repercutido en las Islas”.

-Sin transporte regular con esos países, difícil…

“Yo conozco la ciudad de Casablanca. Allí tengo un amigo que tiene un taller. Empecé a ir a esa ciudad y me dijo: ‘Yo te compro los recambios de Canarias’. Pero había tantas dificultades que era imposible activar ese intercambio”.

-¿Puede hacer una fotografía del impacto que ha tenido la crisis en su actividad principal: en pérdida de empleo y desaparición de empresas concesionarias en la provincia tinerfeña?

“En 2008 había una 28 empresas. De esas 28, creo que más de la mitad han desaparecido o están desapareciendo, y la mitad de las que hoy quedan están en vías de desaparición, en procesos concursales. Casi el 50% de las actuales está en vías de desaparición en esta provincia. Y todo debido a los endeudamientos de las empresas. Hay sociedades que pudieron eliminar gente cuando tenían dinero; ahora, cuando no tienen, hay que hacerlo y no pueden pagar las indemnizaciones. Hubo empresas con 70 empleados, cuando con 30 ya tenían suficientes. Esto ha sido una lacra tremenda, a pesar de que hay discusiones sindicales sobre la reforma laboral y el coste del despido a 33 días por año trabajado, que sigue siendo mucho dinero. El asunto está en que la recuperación no será antes de 2016, por lo menos. Nosotros esperamos que ahora se mantenga el mercado; no creo que suba. Los que nos hemos ido reestructurando nos podremos mantener, pero hasta 2016 no empezará a mejorar un poco la economía, y ya nunca será como antes. Si ahora estamos vendiendo 12.000 unidades al año, a ver si llegamos a 15.000 en breve. Según un estudio que tengo, el año 2013 es el primero en que la curva de ventas no tenderá hacia abajo: se mantiene como en 2012”.

-¿Y en el empleo? ¿Y en la cifra de negocio?

“En cifra de negocio se ha caído el 60% en este lustro, más la parte indirecta de empresas vinculadas, que también cuenta”.

-¿Cuáles son las soluciones a esta debacle?

“Bueno… Digamos que el plan PIVE está ayudando un poco, pero es que la solución será que el consume funcione, pero con el 35% de paro, con el estancamiento en los salarios y con los bancos que no dan créditos…, esto no va a funcionar hasta 2016 al menos. Es que no va a haber préstamos… Aquí hay préstamos a empresas, pero a muy poquitas, y con un interés elevadísimo. Hasta que el Producto Interior Bruto (PIB) no crezca más a allá del 2% y se genere un poco de empleo, no podremos ver la solución a todas estas cosas. Yo ya lo alargo en dos o tres años más. Es verdad que hemos crecido en el último trimestre, el 0,1%, y se ha salido de la recesión, pero eso es por el turismo y las exportaciones… Yo hasta que no vea que funciona el crédito y el PIB crece, y que ello haga que el paro baje, no me creo que esto vaya a mejorar. El comercio está asustado todo el día”.

-¿Qué impacto ha tenido la buena marcha del turismo en la venta de coches a empresas de rent a car?

“Yo hice dos presupuestos para este año, 2013: uno por cada semestre. A partir del segundo semestre, la cosa ha mejorado, pero hay que pensar que la gente ya tiene el coche antiguo, y que la gente entonces hace esfuerzos y esto se ve en las estadísticas”.

-¿Ha sido más fácil ralentizar la caída al vender vehículos de la marca Citröen?

“Citroën siempre ha hecho unos descuentos importantes, y últimamente más. Hay modelos de vehículos que tienen descuentos de hasta 4.000 euros, sólo de la marca Citroën, sin incluir lo que aporta el plan PIVE. Con todo se puede llegar a 7.000 euros. Ayudamos lo que podemos, pero también lo pasamos mal. Además, el margen se ha reducido, de forma que nos hemos reestructurado y así hemos conseguimos equilibrar las cosas y seguir”.

-¿Cómo está viendo la situación actual en Canarias?

“Dependemos mucho del turismo. Si éste se va para abajo, nos hará mucho daño. Ahora estamos emigrando. Hay gente formada que tiene que irse: aparejadores, arquitectos, ingenieros…, pero con falta de dominio del inglés. Es increíble. Cuando nacieron nuestros hijos, dije que yo quería que los niños aprendieran música, idiomas e informática, y que hicieran deportes. Luego, si querían, que hicieran otra carrera. Y así ha sido. Todos estudiaron carrera de Empresariales. Jorge y Domingo trabajan conmigo. Y Miguel, el otro de tres, es músico y tiene su propia academia”.

-Debe estar satisfecho con el fallo del Tribunal Supremo acerca del voto por correo en las elecciones a la Cámara de Comercio tinerfeña en que usted peleó contra Ignacio González, y ello pese a que se haya tardado tanto en resolver ese contencioso.

“El Tribunal Superior de Justicia de Canarias no tomó decisión alguna en su momento, y se quedó tan tranquilo con las irregularidades detectadas en el voto por correo. Se recurrió esa sentencia ante el Tribunal Supremo por la parte de Ignacio González, y se pegaron tres años. Es curioso que el principal afectado dimita justo antes de salir esa sentencia ya definitiva, en la que se confirma que el voto por correo fue ilegal para el caso ya conocido de esos comicios”.