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Néstor sigue en la carrera de la vida

   

ÁLVARO DÍAZ | Santa Cruz de Tenerife

Todavía recuerdo aquella Navidad del año 2008. Fue la primera Nochebuena de Néstor Jorge Cabrera (La Laguna, 29 de septiembre de 1975) y sus padres tras aquel maldito accidente sucedido el 24 de agosto de 2008. Allí, en aquella habitación del Hospital Universitario de Canarias estaba Néstor y, junto a él, inseparable, su madre, Nena. Fue un rato inolvidable. Dentro de poco habrán pasado seis años. Casi 2.000 días y sus miles de horas de lucha abnegada y ejemplar de una familia unida, que no para de ayudar a su hijo en la carrera más importante de su vida.

Néstor está de nuevo en casa y ahora más que nunca necesita del apoyo de todos, principalmente de las instituciones que parecen haberse olvidado de que llevó sobre dos ruedas el nombre de Canarias, Tenerife y La Laguna por todo el mundo. Néstor, tras haberlo ganado todo en los Campeonatos de España y Canarias de Motociclismo, fue el primer piloto español en conseguir una victoria en el Campeonato del Mundo de Supermotard, especialidad que une el motociclismo de velocidad y el motocross, y donde las carreras tienen lugar en pistas con secciones todoterreno dentro del mismo circuito, normalmente con algún salto pequeño de alta velocidad (aproximadamente un 70% es pavimentado y el 30% restante es de tierra).

A Néstor, como a cualquier tinerfeño que no tengas grandes recursos económicos y que opte por el motociclismo como deporte, y ante la falta de un circuito en condiciones, le costó mucho esfuerzo y sacrificio llegar a la élite del supermotard mundial. Aquel 24 de agosto se disputaba el Gran Premio de Austria, en la localidad de Greinbach, prueba del Campeonato del Mundo. En la primera de las dos mangas, Néstor acabó en una meritoria sexta posición. Minutos después arrancaba la segunda y última manga. Era uno de los primeros giros. En uno de los peraltes del circuito, Néstor perdió el control de su Yamaha. Tanto Néstor como su moto cruzaron durante la caída las protecciones del circuito, parándose en otro tramo de la pista por el que pasaban en ese momento otros pilotos a gran velocidad. Uno de ellos no logró esquivarlo, pasándole por encima con la dos ruedas de su motocicleta. Este también cayó unos metros más adelante, tal y como se puede apreciar en algunos videos y del accidente. ¿Qué ha sucedido después de aquel nefasto suceso?

Los servicios médicos del circuito, tras estabilizarlo, lo trasladaron en helicóptero hasta la Clínica de Graz. A Néstor se le diagnosticaron varias fracturas en la parte izquierda de su cuerpo (brazo, pierna, clavícula y cuatro costillas), perforación del pulmón izquierdo, así como un fuerte traumatismo craneoencefálico. Tras 15 días de cuidados intensivos en la clínica austríaca, Néstor abrió los ojos, pero no despertó.

Vista la situación y previo consentimiento médico, la familia decidió trasladar a su hijo cerca de los suyos, llegando la UCI del Hospital Universitario de Canarias el 27 de septiembre de 2008, dos días antes de su 33 cumpleaños. En el centro hospitalario tinerfeño su estado no solo no mejoró, sino que incluso llegó a perder 22 kilos de peso. En muchas ocasiones parecía comprender aquello que se le decía, mas sus padres tuvieron que tomar una dura pero en aquel momento esperanzadora decisión ante una situación límite.

Tras buscar por todo el mundo un tratamiento para lo que le ocurría a su hijo, encontraron en Alemania un balón de oxígeno en una clínica privada (IntensivPflegeKlinic). Los médicos germanos realizaron unas pruebas previas a Néstor con resultado positivo y aconsejaron a su familia el traslado durante un mínimo de seis meses a la clínica, donde los neurólogos tratarían de trabajar con las neuronas no dañadas del cerebro de Néstor, mientras un equipo especializado en fisioterápica, lo haría con su cuerpo, que llevaba postrado en una cama en aquella época 16 meses.

Néstor en el salón de su casa, en La Laguna. | JAVIER GANIVET

Néstor en el salón de su casa, en La Laguna. | JAVIER GANIVET

Un 19 de enero de 2010, Néstor -como se recogió en su día en DIARIO DE AVISOS- partió hacia la clínica alemana de la esperanza. Sin embargo, surgió el problema económico, pues el tratamiento tenía un coste mensual de 11.000 euros, sin contar con los gastos de viajes y alojamiento de sus abnegados padres, que solo contaban con las indemnizaciones de los seguros de accidente que Néstor tenía, cantidad insuficiente para afrontar todo el tratamiento.

A partir de ese momento, la solidaridad fue clave y gracias a la aportación de muchísimas personas mediante ventas de camisetas, actos solidarios y aportaciones en la cuenta abierta al efecto se logró que Néstor estuviese ocho meses. En total, los padres pagaron unos 140.000 euros.

El mayor avance conseguido en la clínica alemana fue su espectacular aumento de peso, ya que pasó de los 48 kilos con los que llegó, a los 70, además de una recuperación muscular considerable. Lo peor, Néstor seguía sin despertar, parpadeando solo como muestra de que comprendía lo que se le hablaba.

La esperanza alemana se diluyó y tampoco había más dinero, por lo que en octubre de 2010 Néstor y Nena optaron por regresar junto con su hijo a España. Solo imaginarse lo que los tres pasaron allí da escalofríos.

La esperanza en tierras hispanas estaba en Galicia, pues llegaron noticias de que en una clínica de La Coruña se estaba trabajando en un nuevo tratamiento. Néstor y Nena no lo dudaron un momento y llevaron hasta allí a su hijo. La experiencia no fue buena. Según contaron los padres a DIARIO DE AVISOS, “la clínica exigía a sus futuros pacientes unos requisitos muy difíciles de cumplir”.

Así que, tras una larga espera para que Néstor fuese atendido en esta, han tenido que regresar a Canarias, a Tenerife, a La Laguna, donde ahora, en una céntrica calle de la ciudad, tras mudarse buscando la mejor accesibilidad y condiciones de vida para su hijo, tienen su casa. “Fue más de un año y medio viviendo en Galicia, en un piso alquilado y cerca de la clínica. Durante ese tiempo solo nosotros cuidamos de nuestro hijo, sin más ayudas y dentro de nuestras posibilidades pudimos mantenerle en los 70 kilos de peso”, nos cuenta su madre.

El día a a día en la actualidad
A fecha de hoy, todo sigue más o menos igual. Néstor y su familia siguen luchando para lograr una evolución notable en su estado, pero parece que las instituciones, las mismas que salían en la foto cuando el lagunero lograba un éxito sí y otro también, se han olvidad de él. “Tengo una buena amiga que nos viene a ayudar cada día con Néstor. Me ayuda a bañarlo, a vestirlo, a darle el desayuno, su medicación y luego salimos a la calle. Cuando no hace mucho frío le damos un buen paseo desde la calle Herradores, pasando por la de La Carrera, hacia el Mercado, la plaza del Adelantado y vuelta a casa. Descansa un poco y almuerza”, relata su madre. “Por la tarde, tres veces por semana, viene un fisioterapeuta a trabajar con Néstor y me gustaría que fuesen muchas más veces, todos los días, porque mi hijo lo necesita, pero tenemos un tope económico y no podemos pasar del mismo”, añade Nena.

No reciben ayudas
“Todo depende de la familia. Los médicos, incluido el neurólogo, son de pago y hay momentos en los que queremos hacer más cosas, pero económicamente no podemos. Néstor en algunos momentos se entera de lo que pasa a su alrededor y de lo que está pasando. Lo que es triste es que Néstor, siendo un deportista lagunero y que está haciendo rehabilitación en un centro deportivo del municipio (piscina), tenga que pagar 150 euros por el uso de estas instalaciones”, afirma su padre.

“Por medio de la Federación se ha intentado que no tengamos que pagar, pero hasta la fecha todo sigue igual. De hecho, todavía estamos esperando la visita que nos prometieron de un asistente social y nada. Da sentimiento que una persona como Néstor, que tanta gloria le dio a su municipio y que incluso antes del accidente le facilitaban su preparación, ahora, que es cuando más lo necesita, se le niegue la ayuda”, comentan sus familiares.

Y es que su familia lo está costeando todo. Tiene mucho mérito lo que están haciendo y es triste que desde el Ayuntamiento de La Laguna, Cabildo, Gobierno de Canarias (Deporte y Asuntos Sociales) ni siquiera se hayan interesado por su estado. Ya se han reiniciado campañas solidarias (camisetas, etc.) y otras que están en camino, pero es necesario que las autoridades se pongan las pilas y ayuden a un deportista y a una familia que se lo merece. Mañana en DIARIO DE AVISOS, segunda parte de la dura historia de Néstor Jorge Cabrera.