Patricia Yurena RodrÃguez Alonso junto a la nueva Miss Universo, MarÃa Gabriela Isler, y las finalistas. / REUTERS
La tinerfeña Patricia Yurena RodrÃguez Alonso se quedó anoche a las puertas de coronarse como la mujer más bella del Universo, después de finalizar segunda en la final del certamen, que se celebró en el Crocus City Hall de Moscú.
Finalmente, la venezolana MarÃa Gabriela Isler se alzó con el tÃtulo, que además de la corona de reina le permitirá viajar durante un año por todo el mundo para participar en actos benéficos y residir durante ese tiempo en Nueva York. La nueva Miss Universo también recibió un premio en metálico de cerca de 250.000 dólares y el derecho de llevar sobre su cabeza una corona de oro y platino, con 1.371 gemas incrustadas, valorada en más de 120.000 dólares.
La granadillera Patricia Yurena RodrÃguez fue superando todas las cribas hasta situarse entre las cinco finalistas, junto a las representantes de Ecuador, Brasil, Filipinas y Venezuela. Sin embargo, el jurado presidido por Steven Tyler, lÃder del grupo musical estadounidense Aerosmith, escogió finalmente a MarÃa Gabriela Isler, que junto a la española se encontraba entre las favoritas. Ambas, además, confesaron ser buenas amigas, y de hecho compartieron habitación los dÃas previos a la celebración de la final.
Solteras y sin hijos
Durante la gala, las finalistas desfilaron primero en traje de baño, tras lo cual se realizó un primer corte que finalmente dejó sobre el escenario a diez concursantes, que volvieron a desfilar en traje de noche.
Sin embargo, no bastaba con ser guapa para pelear por el tÃtulo de la mujer más bella del mundo: las chicas, que no pueden ser mayores de 27 años, debÃan ser solteras y sin hijos, condición que deben conservar durante todo su reinado. La final del evento no estuvo exenta de polémica, al menos en Rusia, toda vez que la cadena de televisión estadounidense NBC, que ostentaba los derechos de emisión del certamen, eligió a su presentador Thomas Roberts, homosexual declarado y casado, para presentar la gala.
Robert, cuyo marido participó en el evento, criticó a su llegada a Moscú las leyes homófobas rusas, como la que prohÃbe la propaganda homosexual entre los menores de edad, y las calificó como una de las páginas más negras de la historia del colectivo LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales) en Rusia.
La gala final fue retransmitida por televisiones de 190 paÃses y congregó a más de mil millones de espectadores delante de las pantallas, según los organizadores del concurso, apadrinado desde hace años por el mediático multimillonario estadounidense Donald Trump.