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Víctor Aznar Marcén: “Los ataques físicos y verbales a los enfermeros siguen produciéndose”

   

Víctor Aznar Marcén, presidente del Sindicato de Enfermería (SATSE)

Víctor Aznar Marcén, presidente del Sindicato de Enfermería (SATSE). | FRAN PALLERO

JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife

Enfermero y especialista en radiodiagnóstico y en cuidados médico-quirúrgicos, Víctor Aznar Marcén trabajó en el Hospital Infantil Miguel Servet de Zaragoza y en varios centros de Atención Primaria en Madrid antes de convertirse en el presidente del Sindicato de Enfermería (SATSE) y de la Fundación para el Desarrollo de la Enfermería (FUDEN). Días atrás semana ha estado en la Isla en el marco de unas jornadas organizadas por la organización sindical, donde se han analizado los retos que tiene la profesión, una de las más castigadas por los recortes en materia sanitaria.

-Uno de los sectores más afectados por los recortes es el de la Enfermería. ¿Es la situación más grave por la que atraviesan los profesionales a lo largo de su historia?

“Así es. Una vez iniciada la crisis, las distintas administraciones públicas apostaron por los recortes indiscriminados en servicios, derechos y prestaciones para intentar reducir el déficit público. En el caso de nuestra sanidad, no escucharon a los profesionales, que entendíamos posible poner en marcha otras actuaciones que hicieran más eficiente y sostenible nuestro sistema; y empezaron a despedir a gente, a no contratar, a incrementar la jornada laboral, la carga de trabajo, etc. Las consecuencias no se han hecho esperar. Nuestros profesionales están sobresaturados, desmotivados, estresados y, aunque quieren, no pueden atender a sus pacientes como se debería y como querrían. El deterioro de la calidad asistencial es innegable”.

-España, en general, y Canarias, en particular, presentan una de las ratios más bajas de Europa, un problema que persiste sin que los sucesivos gobiernos le den solución. ¿Qué opinión le merece? ¿Por dónde pasan las soluciones?

“Nuestro país sufre un déficit histórico de profesionales de Enfermería. Según los últimos datos disponibles, estamos a la cola de Europa, con 3 enfermeras por 1.000 habitantes, mientras que la media es de 8. Una media que seguro ha empeorado teniendo en cuenta que desde el inicio de la crisis el paro dentro del sector ha aumentado en más de un 400 por cien. En la actualidad, se da la injustificable circunstancia de que las enfermeras españolas se ven obligadas a emigrar a otros países de nuestro entorno, países que ya tienen más profesionales que nosotros, pero que son conscientes de su importancia para sus respectivos servicios de salud y también son conocedores de la excelente cualificación y competencia de las enfermeras españolas. Frente a la pasividad de las administraciones, SATSE ha planteado distintas propuestas que, además de suponer un aumento de la contratación, beneficiarán al sistema sanitario en su conjunto. Algunas de ellas son la potenciación de la presencia de las enfermeras en los centros educativos, en la atención sociosanitaria y de personas dependientes, etc”.

-Otro de los problemas que arrastran las Islas son los continuos retrasos en las ofertas públicas de empleo, que llevan más de cinco años sin convocar. ¿Cómo se puede solucionar este tema?

“Como decía, las administraciones están viendo a los profesionales solamente como un gasto y no como una inversión en salud y también un ahorro. Un ejemplo muy claro, una enfermera previene y detecta enfermedades (diabetes, problemas cardiovasculares…) que, de no contar con ella, se pueden agravar y requerirán una intervención sanitaria posterior más importante y costosa. La solución no es otra que los gobiernos prioricen en sus cuentas lo que realmente es importante, como es la salud de las personas, y hagan recortes en otras inversiones, pero no en la atención sanitaria”.

-¿Han perdido fuerza los colegios y sindicatos a la hora de negociar en las mesas sectoriales?

“Se han vivido momentos muy difíciles porque las administraciones no querían escuchar ni dialogar con todo aquel que les hiciera planteamientos distintos o críticos a su manera de gestionar. En muchas ocasiones, no ha quedado más remedio que salir a la calle y denunciar la situación en manifestaciones, concentraciones,… En estos momentos, parece que hay mayor receptividad, pero seguimos muy vigilantes y si vemos que no se adoptan medidas que realmente mejoren la situación de los profesionales y del Sistema Nacional de Salud, nos tendrán enfrente con la fuerza de la razón y la unión”.

-¿En qué medida afectan las privatizaciones a la enfermería?

“SATSE siempre ha defendido el mantenimiento de un sistema sanitario universal, público y de calidad. Por eso, ha rechazado los procesos privatizadores que se han iniciado en algunas comunidades. Para una empresa, lo primero son los beneficios económicos, no los sociales, y eso, trasladado al sector sanitario, supone una pérdida de la calidad de la atención prestada al ciudadano y peores condiciones laborales para los profesionales. Si nos fijamos, por ejemplo, en el caso de Reino Unido, vemos como la privatización de centros realizada a finales de los 80 ha traído, según numerosos informes e investigaciones, multitud de casos de desatención con consecuencias graves en la salud de las personas afectadas”.

-Una de las repercusiones de la crisis y los recortes en sanidad es el aumento de agresiones a los profesionales, que siguen denunciando cierta indefensión. ¿Qué le parece?

“Lamentablemente tiene su lógica. Si una persona o familiar de la misma considera que no está siendo bien atendido, que se tarda mucho en darle soluciones… al final puede llegar a pagarla con el profesional que tiene más cerca, que no es otro que el enfermero. Desde hace años, nuestra organización mantiene una campaña continua de concienciación, bajo el lema ‘La agresión no es la solución’, y vemos con preocupación que los casos de ataques, sean verbales o físicos, siguen produciéndose. Ante las administraciones hemos exigido, por ejemplo, protocolos más estrictos que eviten, en la medida de lo posible, este tipo de situaciones y que den una respuesta eficaz”.

-Medidas como el copago han generado una enorme polémica. ¿Pueden decisiones así incidir sobre los profesionales y en su propia relación con los pacientes?

“Le afectan indirectamente, al ser receptor del malestar de la persona afectada, y también directamente porque no olvidemos que un profesional es, además, un usuario y, por tanto, le toca pagar el doble por una misma cosa. Desde su puesta en marcha, SATSE se ha mostrado contrario a los copagos, sean del tipo de sean, porque creemos que son medidas injustas, discriminatorias y que no son apenas efectivas en su objetivo de evitar consumos indiscriminados”.

-¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta la profesión enfermera los próximos años?

“Nuestro sistema sanitario tiene que cambiar si quiere hacer frente satisfactoriamente a los retos futuros que le plantea la propia sociedad. Los españoles cada vez vivimos más y enfermedades que antes acababan con nuestras vidas en un determinado periodo de tiempo ahora se cronifican y puedan durar años, por los avances experimentados por la medicina. Para dar respuesta a éstas y otras necesidades, hay que cambiar el actual modelo asistencial, en el que el núcleo es el órgano enfermo y que se centra en la atención hospitalaria, por otro orientado al paciente, donde el objetivo es la persona en su conjunto. Para que nos entendamos, hay que poner el acento en el cuidado integral y continuo de la persona a lo largo de todo el proceso de su enfermedad. En este nuevo modelo asistencial la profesión enfermera tiene que tener un mayor protagonismo por sus conocimientos, habilidades y juicio profesional en materia de cuidados”.