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Antonio Roldán: «La siniestralidad laboral en Canarias ha caído el 22% en menos de dos años»

Antonio Roldán, director del Instituto Canario de Seguridad Laboral
Antonio Roldán, director del Instituto Canario de Seguridad Laboral. | DA

VICENTE PÉREZ | Santa Cruz de Tenerife

Canarias ha reducido su siniestralidad laboral un 22% en menos de dos años, y se sitúa en 2.986 casos por cada cien mil trabajadores. Sin embargo, son aún pocos los casos de enfermedades profesionales que se declaran, por lo que el Instituto Canario de Seguridad Laboral está trabajando para que afloren las cifras reales de este problema, y que no sean tratados como enfermedades comunes, según explica en esta entrevista el director de este organismo, Antonio Roldán.

-¿La crisis económica ha hecho que algunos empresariosse hayan relajado en cumplir la normativa sobre riesgos laborales?

“No ha influido; la crisis ha llevado a ciertas modificaciones legislativas, pero en esta materia los empresarios no se han relajado, y así lo indican los índices de accidentalidad, que siguen disminuyendo progresivamente desde hace varios años, pese a esta mala situación económica”.

-¿Cual es el papel que en este sentido puede desarrollar el instituto que usted preside?

“La ley estatal establece que a este tipo de órganos técnicos les corresponde promover la prevención y el asesoramiento, incluidas la asistencia y la cooperación técnica, la formación, la información, la divulgación, la investigación y un seguimiento de las actuaciones que se realicen sobre accidentalidad y siniestralidad, mientras que a la Inspección de Trabajo le compete vigilar y controlar el cumplimiento de la normativa”.

-Habla usted de siniestralidad y accidentalidad, ¿no son lo mismo?

“No. La siniestralidad comprende los accidentes de trabajo, y la accidentalidad las enfermedades profesionales, sobre las que tenemos el objetivo claro de reducirlas, pues estamos convencidos de que son muchas más de las que se declaran, que son muy pocos casos en Canarias, y estamos trabajando para que afloren, para que no se traten como enfermedades comunes”.

– ¿Cuántos casos se registran?

“Hasta septiembre, este año solo 171, e insisto en que son muy pocos. El sector que mas casos de enfermedades declara es el servicios, lo cual es lógico porque es el que engloba la mayor parte de trabajadores en Canarias. Hablamos de una declaración de enfermedad por deficientes condiciones de trabajo, y se tramita a través de la mutua correspondiente. Se deben a sobreesfuerzos del sistema músculo-esquelético, la típica lumbalgia”.

-Y en cuanto a la siniestralidad, ¿cuál es la situación a día de hoy?

“Como indiqué al principio, vamos por el buen camino. En 2012, cuando llegó a la dirección general de Trabajo Gloria Gutiérrez, ella planteó establecer un plan de choque que actuase en las empresas con mayores índices de accidentalidad, y se ha ido actuando; en 2013 seguimos en esta línea, con resultados importantes: entre 2012 y los primeros nueve meses de este año se ha reducido un 22% el índice de accidentalidad. Si llegamos al 25% este año habríamos conseguido en dos lo que la UE estableció como objetivo para un lustro.En 2012 se redujo un 16,78%. Es importante decir que para lograr este objetivo ha participado de lleno Inspección de Trabajo, este instituto, los gabinetes técnicos de sindicatos y organizaciones empresariales y las mutuas. Y todo ello hubiera sido imposible sin el plan que marca las directrices emanadas del consejo rector del instituto”.

-¿Qué debemos entender por índice de siniestralidad?

“Se pone en relación el número de accidentes declarados por cada cien mil trabajadores afiliados a la Seguridad Social con contingencias profesionales cubiertas, y en Canarias el global es de 2.986. Pero por sectores hay diferencias: en el de servicios el índice es de 2.666, menor que la media de Canarias; en la construcción sube hasta 5.401, más del doble de la media; en industria, 5.017; y en el sector primario, 3.571. Hay que recordar que el pasado año había en Canarias 656.000 trabajadores, de los que 559.000 eran del sector servicios (que incluye la hostelería y la sanidad), 39.000 de la construcción, 35.000 de la industria y 22.000 del agrario”.

-¿La reducción de la siniestralidad tiene relación con el colapso del sector de la construcción?

“No, porque ese parón de la actividad influye en el número de trabajadores (que era de 120.000 en la época del boom pero no en el índice)”.

-¿En qué lugar queda Canarias en comparación con las demás comunidades autónomas españolas?

“En 2012, en accidentes laborales mortales fuimos la segunda con menor índice, y entre las que menos accidentes graves registraron. Sin embargo, con los accidentes leves hay que reconocer que no estamos bien, porque el 38% o el 40% de los accidentes de trabajo declarados en Canarias son consecuencia de un sobreesfuerzo sobre el sistema músculo esquelético. De los 20.000 accidentes totales, 8.000 tuvieron como causa peso y posturas inadecuadas”.

-¿Y no cree que muchos trabajadores que tienen miedo de denunciar estas condiciones laborales?

“Ahí las centrales sindicales juegan un papel muy importante, para que el trabajador se queje de que sufre medidas preventivas insuficientes o inadecuadas, y siempre puede recurrir a la Inspección de Trabajo y la Seguridad Social, que actúa de de forma inmediata, en función de sus posibilidades”

-¿Cuáles son los medios humanos con que cuenta la Administración para esta tarea?

“ En la reducción de la siniestralidad está trabajando mucha gente. El Instituto Canario de Seguridad Laboral está en época baja de recursos humanos por circunstancias de la crisis: somos 17 técnicos entre las dos provincias, que son pocos; y 40 inspectores de Trabajo ”.

-Se trata de dos organismos diferentes, ¿cómo se establece su dependencia jerárquica?

“El instituto depende de la Consejería de Empleo. Inspección de Trabajo es un cuerpo orgánicamente dependiente del Ministerio de Trabajo, pero funcionalmente de la Comunidad Autónoma en aquello que sea competencia autonómica. Por ejemplo: la lucha contra el fraude y la economía sumergida es competencia estatal, pero la prevención de riesgos es de la Comunidad Autónoma”.

-¿Los empresarios en general están colaborando en esta tarea de reducir la siniestralidad o es por el temor al peso de la ley?

“La patronal forma parte del consejo rector de este instituto, y de este órgano salen las políticas canarias de prevención en esta materia. Este consejo está integrado por representantes de la Administración de la Comunidad Autónoma, y organizaciones indicales y empresariales, de modo que lo que hacemos está previamente consensuado entre todos. Todo ello con independencia de las actuaciones que lleva a efecto la Inspección de Trabajo, y que se definen en la Comisión Territorial, donde se plantean los objetivos para el siguiente año”.

-Siempre se habla más comúnmente de siniestralidad física, pero también la hay psicológica…

“En efecto, los accidentes de trabajo engloban todos los daños psicológicos, como el acoso, pero ahí los datos son más difíciles de conocer, porque el empresario no lo declara, pues estaría reconociendo un delito, y solo se sabe mediante la técnica de encuestas, que son caras, y en las que hemos detectado un porcentaje de trabajadores que sufre este problema. El estrés y la carga mental de trabajo también generan accidentes de trabajo”.

-¿Qué novedad legislativa en este campo destacaría este año?

“La referida a protección de los trabajadores sanitarios frente a pinchazos y cortes, una orden ministerial que es desarrollo del real decreto de agentes biológicos, por una directiva europea”.