X
SOCIEDAD >

Facua reclama a comunidades y ayuntamientos inspecciones “exhaustivas” de las fiestas de Nochevieja

   

EUROPA PRESS | Madrid

La organización Facua-Consumidores en Acción ha exigido este martes a comunidades autónomas y ayuntamientos que realicen inspecciones “exhaustivas” de las fiestas de Nochevieja para prevenir cualquier tipo de irregularidad y que clausuren los locales clandestinos y garanticen que los que son legales cumplen con todos los requisitos de salubridad y seguridad.

En una nota de prensa, la asociación recuerda que todos los años determinadas salas “superan el aforo máximo permitido o incurren en otras carencias en materia de seguridad”, así como de la celebración de “cotillones ilegales en locales que no cuentan con licencias para actividades propias de discotecas o salas de fiestas”.

“Lamentablemente, la tónica dominante es que ningún inspector de la Administración ni agente de Autoridad acuda a este tipo de eventos para evaluar si se respeta el aforo máximo autorizado o el mero hecho de si los locales cuentan con la correspondiente licencia para celebrar la actividad en cuestión”, lamenta Facua, que espera que la tragedia del Madrid Arena haya servido para que las administraciones públicas “hayan tomado conciencia” de la importancia de los controles.

OTRAS RECOMENDACIONES

No obstante, recomienda a los ciudadanos que, ante la sospecha de cualquier irregularidad o superación de aforo, contacten con la Policía local y que, para evitar incidentes, se aseguren de que los locales cuentan con salidas de emergencia suficientes y utilizables, extintores y aseos en buenas condiciones y acordes al aforo anunciado, entre otros requisitos.

La asociación recuerda también que, ante estas irregularidades, los usuarios pueden exigir la devolución de la totalidad o una parte del precio de sus entradas, o presentar reclamaciones si sufren incidencias como exceso de aforo, pérdida o deterioro de abrigos o incumplimiento de servicios. Por ello, Facua aconseja a los consumidores que conserven la entrada y, si es posible, una copia de la publicidad de la fiesta para poder reclamar en caso de cualquier incumplimiento.

Entre los más habituales, menciona situaciones como que el guardarropa vigilado, supuestamente incluido en el precio de la entrada, conlleve finalmente un coste añadido o carezca de una auténtica vigilancia, que las bebidas se acaben a las pocas horas de iniciarse la fiesta, que los canapés o el desayuno sólo sean accesibles para unos pocos, o que se venden muchas más entradas de lo pactado, con lo que se alcanza una “masificación insufrible”.