Su madre dice que ella es especial. Su forma de vestir no la diferencia; tampoco destaca por los accesorios que se pone. La manera en la que es única trata de lo emocional por encima de lo fÃsico, del intelecto frente a lo que preestablece Da Vinci en sus notas anatómicas. El Hombre de Vitruvio como eterno antagonista de aquella mujer que, por mucho que se deja ver en su exterior, jamás sabrÃas definir su interior. Y fortuna la de aquel que supere su escudo: traspasar la barrera y esquivar las púas que la protegen no es tarea para cualquier guerrero.
Puro corazón. Ella es puro corazón, puro sentimiento por lo que ama. Puro amor y, como todo amor, la quÃmica que conlleva. Se sentÃa diferente, una especie única que no cesaba su separación de lo común y su búsqueda de lo irracional frente a lo escrito en libros de ciencia e historia. Ella era lo más raro que habÃa encontrado a lo largo de su vida, y ansiaba lograr encontrar a su igual. Encontrar alguien como ella, su erizo ideal. Con quien encajar las púas que envuelven su coraza cuando hace frÃo, pero sin dañarse. CorrerÃa los riesgos: podrÃa dañarse. Ella quiere volver a sentirse amada, ansÃa romper el dilema del erizo de Schopenhauer: acabar con el frÃo que, quizás, aparece por ser diferente. Pero no todos ven el mundo como lo ve, menos aún, sentirlo.
La mayorÃa verá negro cuando ella ve blanco, problemas cuando encuentra una solución. Lo bueno en lo malo, y viceversa. Y asÃ, un sinfÃn de posturas que la hacen puro corazón. Puro amor. Diferente a los demás… Ella, eternamente sentimental y diferente, no quiere el frÃo, sino el calor que la soledad no le puede dar. Ella esconde elegancia, cariño… amor. Ella es sui géneris: de su propio género.
¿Cuándo llegará el que sepa ver que ella, pequeña erizo, tiene una fortaleza hecha de púas que no pincha ni hiere, sino esconde lo bueno que tiene dentro y no quiere perder? Algún dÃa. Algún dÃa, encontrará a alguien que le haga sentir especial, que le envuelva sin daño y le robe el corazón. Algún dÃa, sus conocimientos se arriesgarÃan a creer en el amor. Y ese dÃa, no solo su madre dirá que ella es especial. Él también. La más especial…