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Añorada peseta – Por Ignacio González Santiago*

   

El Centro Canario Nacionalista (CCN) apuesta por que España salga de la unión monetaria europea y recupere la peseta. Los centristas preferimos el modelo inglés, dentro de la Unión Europea, pero conservando nuestra propia moneda nacional. Tras el acuerdo unánime del Comité Ejecutivo Federal, en Arrecife de Lanzarote, me toca explicar algunas de las razones que nos llevaron, después de un intenso debate, a adoptar la decisión de no participar en las próximas elecciones europeas. El sistema inglés, de pertenencia política a la UE pero fuera de la unión monetaria, ha permitido a Inglaterra sortear mejor la crisis, utilizando todos los instrumentos de política económica y especialmente de política monetaria. En estos momentos, el Banco de Inglaterra está estudiando una importante devaluación de la libra, para impulsar las exportaciones y estimular la economía, algo que España no podría hacer, al estar dentro de la unión monetaria. La entrada de España en la unión monetaria y la sustitución de la moneda nacional, la peseta, por el euro, ha supuesto la mayor cesión de soberanía de nuestra historia, desde 1898. Cuando empezó la crisis, los países que dirigen la UE, por su mayor peso económico relativo, Alemania y Francia, adoptaron decisiones que nos obligaron a imitar, y que empeoraron la situación económica y social en España, por la imposición de medidas de austeridad (reducción del gasto público y aumento de impuestos), cuando lo que cualquier economista habría recomendado, ante la caída del PIB, hubieran sido medidas de estímulo económico. La receta europea se ha demostrado nefasta para los países con más dificultades económicas, como Grecia, Portugal, Irlanda y España, que han pagado muy caro, en términos sociales, su pertenencia a la unión monetaria.

En síntesis, los países ricos prefirieron mantener una moneda europea fuerte, aunque eso significara un castigo social desmesurado a los países pobres y especialmente a sus colectivos más desfavorecidos, aumentando desaforadamente el paro y la pobreza. Si España hubiera podido decidir su propia política económica durante la crisis, habría hecho exactamente lo contrario: incentivar el crecimiento económico, mediante un aumento del gasto público y la disminución de los impuestos, en política fiscal, y la devaluación de la moneda para incrementar las exportaciones. Por todo ello, el CCN decidió pasar de las próximas elecciones europeas y pedir cambios profundos en nuestras relaciones con la UE. El CCN propone la salida de la unión monetaria y la vuelta a la peseta para recuperar la posibilidad de devaluación, acudir al endeudamiento o aumentar la masa monetaria, la llamada M3, o en lenguaje coloquial, acudir al Banco de España, para salir cuanto antes de la crisis económica. El problema fue que entramos en la UE de cabeza, porque en la transición española, tras la dictadura, eran tan fuertes los deseos y las prisas de homologarnos con el resto de las democracias europeas, que nos rompimos la crisma, al no estudiar bien en qué nos interesaba estar y en qué no, pero ha llegado el momento de pararnos y reflexionar qué nos interesa a nosotros, no a Alemania. Por eso, mientras tanto, nosotros pasamos de esta UE, al igual que el 70% de los europeos, que tampoco irán a votar, según el último eurobarómetro.

*PRESIDENTE FEDERAL DEL CCN