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Brillante victoria del Iberostar Tenerife ante el Cajasol

   JOSÉ ANTONIO FELIPE | La Laguna

El Iberostar Tenerife no falla. Una de las mayores diferencias entre el equipo tinerfeño y otros de la Liga Endesa es el hambre. Hambre de su entrenador, que seguro tiene más ganas que muchos de sus colegas por entrar en Copa, hambre de una plantilla en la que, salvo Sekulic y Fajardo, ninguno ha podido saborear demasiadas mieles en el baloncesto y hambre de un público que, ahora sí y no como al inicio del campeonato, ha conseguido acudir en mayor número y generar de verdad un factor cancha importante para los suyos.

Los aurinegros se impusieron ayer al Cajasol por un contundente 75-59 dando la impresión de ir sobrado, seguramente sin ser así, pero con una confianza en su juego tan pasmosa como rotunda.

A pesar de que Sekulic, Úriz y Blanco hayan destacado sobre manera en diciembre, el mayor secreto de este equipo es que casi cualquiera puede destaparse y decidir un partido en un abrir y cerrar de ojos. Eso, para sus rivales, no es sencillo de defender.

El Iberostar Tenerife está en estado de gracia, algo que se notó desde el inicio del encuentro. Los de Alejandro Martínez entraron mejor que su rival en el mismo, anotando los seis primeros puntos el trío mágico formado por Úriz, Blanco y Sekulic.

La primera ventaja importante por parte insular llegaría muy pronto, después de que Blanco anotara un triple para poner el 12-4 en el marcador. García Reneses paró el encuentro, pero los suyos no mejoraron en campo ofensivo.

Daba la impresión de que los aurinegros, con poco, lograban parar todas las vías que llevaban hacia su aro. Cuando los titulares estaban en el banquillo, Luke Sikma, que no para de crecer, cogió junto a Nico Richotti el testigo anotador de los suyos. El norteamericano y el argentino permitieron que los canaristas se impusieran por doce puntos (22-10) al final de los primeros diez minutos. El Iberostar Tenerife funcionaba.

Cajasol, que puede presumir de un talento físico descomunal, optó por jugar con dos bases en el segundo cuarto, con Tomas Satoransky ejerciendo de base-escolta tratando de aprovechar la ventaja física de la que suele disponer el checo respecto a sus defensores.

La jugada no le salió bien a Aíto, que vio como sus jugadores se estrellaban con la defensa local mientras Sikma o Richotti seguían anotando. Solo alguna jugada personal de Satoransky permitía a los hispalenses seguir en el encuentro, aunque don diferencias siempre cercanas a los diez puntos.

El Iberostar Tenerife llegaría pronto a estar en bonus por falta, cuando aún restaban cuatro minutos de cuarto, algo que los andaluces trataron de aprovechar para recortar diferencias (32-26, min 16).

Pero cuando más apretaba Cajasol, más sacaba la cabeza el Iberostar Tenerife. Lo hacía, curiosamente, con su juego interior, diezmado por las bajas, frente a uno de más centímetros, Sekulic y Sikma eran una pesadilla para su oponente. El norteamericano hizo varias puertas atrás en la que la defensa sevillana caía una y otra vez.

Con 41-32 se llegaría al descanso, dando la impresión de que los de Alejandro Martínez controlaban el encuentro con total tranquilidad frente a un rival anulado por completo que defendía más bien poco, buena prueba de ello fue que los locales solo fallaron cuatro de los veinte tiros que lanzaron.

Nada cambió en la reanudación, con un Iberostar Tenerife que tenía en ataque la marcha de más que le faltaba al Cajasol en defensa. Un parcial de 8-0 (49-32) obligó al banquillo rojiverde a solicitar tiempo muerto. Sencillamente los locales parecían anotar cuando les venía en gana, frente a un rival que ponía muy poca oposición. La mejor prueba del desquiciamiento en el que empezaba a caer el Cajasol fue la técnica señalada a Satoransky. El electrónico marcaba ya un 50-32 con cinco minutos por disputarse del tercer cuarto.

Una buena muestra de la capacidad del Cajasol en ataque es que el Iberostar Tenerife cometieron la primera falta de este parcial cuando ya se habían jugado ocho minutos del mismo.

El duelo dejó de serlo por momentos para convertirse en paseo triunfal del Iberostar Tenerife. 23 puntos de ventaja (57-34) llegaron a tener a su favor los de Alejandro Martínez que no dejaban de apretar el acelerador.

Si Sekulic se sentaba en el banco, Richotti anotaba dos triples consecutivos para seguir levantando al público de sus asientos. Así, los menos habituales, Chagoyen, Fajardo o Heras, pudieron disponer de minutos antes de que el tercer cuarto acabara con 60-39. Los de García Reneses solo habían sido capaces de anotar siete puntos en estos diez minutos.

El último cuarto fue un mero trámite. Siguieron en pista los menos habituales, tuvieron descanso algunos de los jugadores más cargados de minutos, y el Cajasol ni siquiera tuvo la oportunidad de que sus hombres maquillaran sus números porque enfrente había un equipo con tanta hambre que ya roza con la yema de los dedos la clasificación para la próxima edición de la Copa del Rey.

Los insulares tienen nueve victorias, justo las que entraban en los cálculos para poder entrar en el torneo copero, y por delante quedan aún los partidos frente a Valencia, Bilbao y Manresa.

FICHA TÉCNICA
IBEROSTAR TENERIFE,75
CAJASOL, 59

Iberostar Tenerife (22+19+19+15): Richotti (10), Chagoyen (4), Fajardo (6), Úriz (8), Saúl Blanco (7), Sekulic (14), Sikma (10), Heras (3), Rost (5), Biviá (6).

Cajasol (10+22+7+20): Satoransky (17), Bamforth (10), Mata (6), Balvin (1), Sastre (2), Landry (9), Porzingis (5), Franch (2), Hernangómez (7).

Parciales: 22-10, 41-32 (descanso), 60-39 y 75-59 (final).

Árbitros: Martín Bertrán, Cortés y Martínez Díez. Sin eliminados.

Incidencias: Pabellón Insular Santiago Martín, ante 4.092 espectadores según cifras oficiales del club aurinegro.