J. MORENO | Santa Cruz de Tenerife
Desde el pasado 10 de diciembre lleva cerrada a la circulación la carretera de acceso al Teide por La Esperanza (TF-24). La nieve caída y los destrozos provocados han causado que se tenga que realizar una importante actuación en la vía, ya que en un tramo de esta un carril ha quedado prácticamente sepultado. A pesar de que las obras, demandadas sobre todo por los empresarios de la zona, se iniciaron hace días y desde el Cabildo se pretendía abrir al tráfico el pasado viernes, el último temporal ha provocado la demora de esta puesta en servicio, que se estima estará a última hora de la tarde de este viernes.
Así lo puso de manifiesto a DIARIO DE AVISOS el consejero insular de Carreteras, José Luis Delgado, quien explicó que se colocarán los semáforos para regular el tráfico, ya que de momento solo es viable abrir un solo carril, mientras se trabaja en el otro. Además, reconoció el malestar de los comerciantes de la zona, sobre todo del sector de la restauración, y aseguró que en todo momento mantiene informado de la situación al Ayuntamiento de El Rosario.
Desde Los Loros
El proyecto de mejora de esta vía, tras el desplome de un carril, tiene un periodo de ejecución de 45 días y un presupuesto de 154.000 euros. Debido a los desprendimientos y el descalce de la vía, actualmente no es posible el paso desde el punto kilométrico 24 (en el cruce con la TF-523, carretera Los Loros, Arafo), hasta el kilómetro 43 (cruce El Portillo, intersección de la TF-21 con la TF-24) y las principales actuaciones se realizan en el punto 37. Eso provoca que todos los turistas que quieran acceder al Teide lo hagan, bien por el Sur, o por La Orotava.
El portavoz de Iniciativa por El Rosario-Los Verdes, Escolástico Gil, mostró su apoyo a los empresarios de la restauración y otros servicios que se prestan en la carretera “que vienen reclamando atención por parte del Cabildo”, ya que la TF-24 permanece cerrada desde principios de diciembre. Aseguró, en un comunicado de prensa, que “este cierre llevará a la ruina a estos empresarios y de nuevo se vuelve a perjudicar a los mismos, siendo esta su principal fuente de riqueza”. Por último, Gil animó a los empresarios a llevar a cabo una reclamación patrimonial e indemnización por mal cuidado de una vía pública.