EUROPA PRESS | Las Palmas de Gran Canaria
El Juzgado de lo Penal Número 3 de Arrecife, en Lanzarote, ha condenado a una mujer que responde a las iniciales de B.S.M. a tres años de prisión por un delito contra la seguridad del tráfico en su modalidad de conducción bajo los efectos del alcohol, asà como por un delito de homicidio por imprudencia grave y dos delitos de lesiones por imprudencia grave.
Asimismo, se le priva del derecho a conducir vehÃculos a motor y ciclomotores durante un periodo de cuatro años y seis meses, además de perder el permiso de conducir, según recoge la sentencia.
Los hechos, en el que murió una persona, se remontan al 9 de abril de 2011, sobre las 21.30 horas, cuando B.S.M. circulaba por la carretera LZ-2, en sentido sur, en condiciones “psico fÃsicas muy mermadas” a causa del alcohol que previamente habÃa ingerido, por lo que después de adelantar por la izquierda un vehÃculo que era conducido por un agente de la PolicÃa Nacional, que estaba fuera de servicio, a más de 80 km/h, a la altura de la Urbanización El Cable.
AsÃ, inicia una maniobra antirreglamentaria de cambio de dirección “brusca y repentina” a la derecha desde el carril de la autovÃa, en lugar de hacerlo desde el carril de desaceleración, traspasando la doble lÃnea longitudinal continua, con intención de acceder a la citada urbanización, atravesando el carril derecho de incorporación, la zona peatonal y el carril de salida de la urbanización, todo ello a una velocidad superior a la permitida (40 km/h), como mÃnimo a 62 km/h, para posteriormente salirse de la vÃa junto a la señalización vertical de stop, seccionando un metro del muro que delimita la zona ajardinada para posteriormente chocar frontalmente contra el tronco de una palmera.
Este accidente tuvo como consecuencia dos personas heridas de diferente consideración, que eran quienes ocupaban el asiento delantero derecho del vehÃculo, y el asiento trasero izquierdo del vehÃculo.
Sin embargo, la persona que ocupaba el asiente trasero derecho, que responde a las iniciales de A.C.V., de 29 años de edad, falleció al sufrir un traumatismo craneoencefálico cerrado severo que le provocó la muerte.
Tras los hechos, a la acusada se le practicó, en el Hospital General de Lanzarote, un análisis de sangre y orina con fines terapéuticos, que arrojó un resultado positivo en alcohol de 1,65 gramos de alcohol por litro de sangre, asà como resultado positivo en cannabis.
Por último, y después del fallo de la sentencia, los padres del fallecido han mostrado su satisfacción por la sentencia condenatoria, además de congratularse por los motivos de la resolución, ya que a su juicio es también “una manera de evitar” que se produzcan este tipo de tragedias con personas bajo la influencia del alcohol al volante.