Kike Cruz atiende a un deportista. | DA
JUAN S. SÁNCHEZ | Santa Cruz de Tenerife
Domingo Enrique Cruz García es Kike, el masajista, el reparador de hombros, codos y demás latitudes del cuerpo humano que son susceptibles de lesión en un deporte que parece poco exigente, el pádel. Kike es el chapista del club Tecnisur, en Los Majuelos, allí tiene su cuartel general, pero su profesión le impide estar exclusivamente asentado en un único lugar.
Llegó a la profesión hace poco más de cuatro años, ahora se declara “enamorado” de su labor de arreglar y aliviar las dolencias de sus clientes. Como quiromasajista y técnico acupuntor, Kike recuerda que cambió radicalmente de mundo laboral cuando conoció esta profesión. “Me llena de satisfacciones cada día y me da la motivación de poder ayudar siempre a las personas a aliviar y curar sus dolencias y sus lesiones, y a aportar bienestar tanto a los deportistas que confían en mí como al resto de los pacientes”, apostilló.
Para Kike es fundamental en su labor profesional que cada día se le presente “un nuevo reto”, sobre todo deportivo y, aunque no sea exclusivo, muchos provienen del pádel. “Aquí vienen muchos jugadores de pádel, pero también futbolistas, tenistas, golfistas, algunos que juegan de forma amateur, otros que se dedican profesionalmente a estas modalidades y muchos vienen a complementar sus ejercicios habituales con las distintas terapias que realizo”, cuenta Kike, que asegura que sus sesiones sirven para que los deportistas puedan “prevenir o superar lesiones”.
Masajes, estiramientos, kinesiotape, y acupuntura son algunas de las prácticas comunes del día a día de Kike, un amante del deporte en general y “del fútbol, baloncesto, atletismo, pádel o las artes marciales”, en particular. “El deporte es salud y bienestar”, reflexiona Kike, un aplicado y eterno aprendiz de su profesión.