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el revés y el derecho>

Educación; basta de historias – Juan Manuel Bethencourt

   

Lo que considero una tragedia, querido Juan, es la incapacidad que este país nuestro muestra para considerar al modelo educativo como un asunto de necesaria condición estructural. ¿Qué quiero decir con esto? Que cada gobierno, sea del PP, sea del PSOE, ha optado por aplicar la reforma correspondiente de las leyes de educación atendiendo no a parámetros de eficiencia y calidad, sino a la etiqueta ideológica correspondiente. En este páramo de irresponsabilidad es cierto que han surgido excepciones, como la de tu amigo Ángel Gabilondo, un hombre sabio que se empeñó, pero de verdad, en producir una legislación integradora, genuinamente reformista, arriesgada en la medida que se apartaba de una política, la ejercida por el presidente Rodríguez Zapatero durante ocho años, no precisamente conciliadora. Escribo estas palabras horas antes de acudir al acto de reapertura de la Catedral de La Laguna, con presencia, que se espera ruidosa, del ministro de Educación, José Ignacio Wert. Considero que el responsable estatal de Educación, uno de los integrantes del Gobierno de Rajoy con mejor currículo profesional, ha perpetrado con la LOMCE una involución en toda regla para el sistema educativo español, marcado por esta insana oda al recorte que ha marcado la labor del Ejecutivo central desde el triunfo del PP en los comicios generales de 2011. Así que hay dos vicios fundamentales en la nueva normativa, una de contenido y otra, creo que incluso más grave, de método. Un esquema que se aleja de la igualdad de oportunidades, sea de derechas o de izquierdas, va justo en contra de la dirección que recomienda una sociedad moderna, capaz de progresar y competir en eso que llaman el mundo globalizado. Pero es en el otro apartado, el del estilo político, donde se demuestra la falta de altura de nuestros gobernantes. Termino apelando al título del excelente ensayo escrito por un pensador tan liberal como el argentino Andrés Oppenheimer: hagan una ley educativa duradera; y basta de historias.