La libertad es innata, es lo natural y como tal goza de la mayor protección posible en casi todos los países del mundo. No existe una única libertad, sino un abanico de manifestaciones de ella, cuyo objetivo principal es el libre desarrollo de la personalidad. Por tanto, rige un principio de libertad, pero rodeado de limitaciones, y ello es así porque se busca el interés público. La clave está en saber equilibrarlo, delimitar su alcance y profundidad, ya que de lo contrario se convertirá en algo abusivo. No debemos pensar que todo intervencionismo es malo porque trae consigo la garantía del ejercicio de los derechos fundamentales, al menos así debería ser.
Pero, cómo garantizamos que esto sea así. La Constitución Española es la clave, también los tratados y acuerdos internacionales sobre los derechos fundamentales de los cuales España es parte. Dicho esto así, podría terminar y dar por cerrado el asunto, pero no lo haré, porque la conclusión que se saca de lo anterior no es que todo está bien y nuestros derechos fundamentales están a salvo, sino que: el papel lo aguanta todo.
Veamos esto de una manera más sencilla. Tenemos una Constitución Española que reconoce una diversidad de derechos fundamentales y sus mecanismos para garantizar que estos se cumplan, ahora bien, ¿pensamos que estos se están respetando?, si quieren mi respuesta es que no, es más, diría que vamos de menos a más, hemos pasado de ser muy respetuosos con ella a ser unos irrespetuosos. ¿Y cómo se consigue esto, si se supone que está fuertemente blindada? Para dar respuesta a esto debemos bajar un escalón en la pirámide e irnos a la ley, ahí está el instrumento que maneja todo un país.
Sabiendo que al final es la ley el instrumento clave, por qué tengo que llegar a un consenso con otros partidos políticos para modificar la constitución (¿a conveniencia de?) si puedo actuar sobre la ley y cambiar está a mi antojo. Esto es así cuando se tiene mayoría absoluta, algo nada deseable y espero que este país no pase por esta situación muchas veces más. Pensemos esto un momento, para que usar un camino directo, si puedo usar el indirecto. Si el guardián de esa constitución está regulado por ley, no será más fácil bloquear su acceso, blindando, por ejemplo, el recurso de amparo que es ese al que podemos acudir para la tutela de nuestros derechos fundamentales. La libertad no cabe duda de que es primordial para la persona. La Administración Pública constantemente influye sobre ella, tal vez tendría que recordársele que la sujeción es la excepción, que siempre se debe adoptar la medida menos restrictiva de libertad. Y mucho menos ser impuesta de forma arbitraria. Lo dice el principio que da título a este artículo; hay que optar siempre por el que resulte menos restrictivo de la libertad.
La Administración debe prestar al ciudadano servicios que satisfagan sus necesidades. Asistimos a un desmantelamiento de la Administración local cuando el sistema se ha ido configurando a lo largo de los años para que los servicios estratégicos se nacionalizan y los servicios más próximos al ciudadano se municipalicen. Y para más inri estamos viendo un escenario en que ciertas ONG cubren servicios sociales de los que el Estado se desentiende.