X
análisis > José Miguel González Hernández

Esta noche… – Por José Miguel González Hernández

   

Como cada año por las mismas fechas, finaliza el año y estrenamos uno nuevo. Como celebración, aparecen muchas personas bajo una mezcla de la pose de alta sociedad de pajarita, copa y puro junto a brillantes lentejuelas con maracas de plástico, chillones matasuegras, antifaces y gorros de cartón de goma delgada y collares hawaianos de imitación. Como siempre sucede, nos llenamos de buenos propósitos que suelen durar una semana, más o menos, hasta bien entrada la siguiente. Si se repiten no se preocupe. Insista. No tenga una especial preocupación porque la realidad le devuelva la misma imagen en el espejo cada vez que se mira en él. Póngase a ello y no desfallezca. La vida es más larga de lo que parece y los problemas tienen una vida útil más corta de lo que aparentan. Lo que ocurre es que nos regocijamos en lo malo y desnaturalizamos lo bueno. Por eso, la principal recomendación a la hora de conseguir lo ansiado, debe circundar en torno al esfuerzo. Por unos pocos minutos al mes que se empeñe, no podrá hacer realidad las tareas debido a que el tiempo necesario debe ser utilizado como una evaluación continua. Luego se tendrán que analizar los obstáculos, para descubrir si son propios o ajenos y qué circunstancias refuerzan o contraponen la decisión y así saber si se tiene el merecimiento o no de la consecución del objetivo, porque a lo mejor nos estamos pasando a la hora de establecer nuestra ambición, corriendo el riesgo de que ésta se vaya desinflando poco a poco. Para evitarlo hay que diferenciar el deseo del objetivo. Mejor no mezclarlos para evitar frustraciones innecesarias. En el ámbito de la economía, nadie es capaz de predecir el futuro, pero sí de generar y condicionar ciertos escenarios. En este sentido, todo parece indicar que la situación se estabilizará, dentro de los malos parámetros que sufrimos, aunque cada vez serán tímidamente mejores. Empezará la mejoría a afectar a los agregados más alejados de la gente, los que afectan a la superestructura financiera. No esperemos que, a muy corto plazo, la situación microeconómica cambie de forma radical. Nunca ha pasado, y esta vez tampoco va a ocurrir. Respecto a la evolución del PIB, tendremos tasas trimestrales positivas, aunque serán muy frágiles y bajas en lo que al valor se refiere. Ahora bien, tendrá que pasar algún trimestre más para que las interanuales sean positivas. Una vez que suceda esto, se estará volviendo a crear estructura económica consolidada. Dicha evolución dependerá de las políticas de inversión y, por ende, de las cantidades destinadas para la financiación de dichas operaciones, tanto públicas como privadas. Y si nos sumergimos en las diferentes leyes presupuestarias, no podemos decir que ahora mismo sea una prioridad para la mayoría de las administraciones públicas debido a que la consolidación fiscal sigue siendo el mantra preferido. Craso error. Porque la demanda interna tampoco está para echar cohetes y más en un entorno en el que las perspectivas de pérdida del poder adquisitivo, tanto nominal como real, cada vez se configuran como un escenario de alta probabilidad de ocurrencia. Todo se encomienda al sector exterior tras la consecución de continuados récords en torno al superávit de la balanza por cuenta corriente. Pero claro, si te dedicas a otra cosa… a lo mejor no se ve que sea el anclaje tan seguro al que se deba de unir todo el proceso de recuperación. Y esta noche llegan los Reyes (los de verdad, y vienen sin yernos), y esperemos que vengan en sustitución de los otros tres: Comisión Europea, el BCE y el FMI. Podríamos ansiar los clásicos juguetes para todas las edades. Pero lo único y cierto que se les puede pedir es que tengamos la posibilidad de tener una forma digna de ganarnos la vida, según nuestras convicciones, de modo que podamos seguir siendo libres y así decidir el camino que queramos tomar en cada momento. Si no, al menos que tengamos un empleo, y si no, un contratito. Menos es nada. Así que acuéstese temprano.

José Miguel González Hernández es ECONOMISTA