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Fogasa: derechos a la plancha – Por Claudio Andrada Félix

   

Como si les parecieran pocos los recortes que se les han aplicado a los sectores más frágiles de la población, entre ellos a los trabajadores, el ministerio de Empleo, a cuya cabeza está la Virgen del Rocío, con Fátima Báñez como lugarteniente en la tierra, prevé dar otra vuelta de tuerca y limitar, aún más si cabe, los exiguos derechos que le quedan ya a esta clase obrera que parece que nunca va a despertar, o que piensa que las batallas por conservar a raya a la pobreza extrema se solucionarán con salidas individuales y sin hacer ruido. Y no es así. No. Porque mientras los poderes económicos siguen creciendo, las economías familiares están cada vez más cercanas a la indigencia y la exclusión social. Pero si parecía que no era posible freír más derechos laborales, el privatizador gobierno del PP, experto donde los haya en arreglar empresas públicas con dinero de todos para ofertarlas a precio de saldo a sus ‘amigotes’, ha ideado la privatización del Fogasa (Fondo de Garantía Salarial), en modo simulado y en diferido (¿les suena el argumento?).

Efectivamente, lanzan el globo sonda y el catálogo de intenciones. Pero esto va en serio, ya que el director del Fogasa está acusado de retener más de 180.000 expedientes, probablemente a la espera de que en septiembre de este mismo año pase a manos privadas, con la argucia de agilizar los trámites. Burda mentira. Mentira sobre mentira. O sea, más del PP. Y prevén, nada más ni nada menos, que las empresas de menos de 25 trabajadores no perciban de parte del Fogasa las mínimas indemnizaciones a que tienen derecho los trabajadores cuando sus empresas no tienen fondos para pagarles o simplemente quiebran. Claro que lo que no cuentan es que el tejido productivo y empresarial de España tiene precisamente en la pequeña y mediana empresa más del 80% de los trabajadores contratados. Con esta medida, con la que amenazan y que si no nos movemos nos aplicarán, volverán a buscar recortar los gastos precisamente a los mismos de siempre, a los que seguimos soportando sus mentiras y sobre quienes ya no cabe más presión. A ver si es verdad aquello de que la agudización de contradicciones nos hacen mover el puñetero culo. Imagínense lo que sería que te pongan en la calle y no tener ni siquiera el remoto derecho de cobrar alguito dentro de un año o año y medio. Si no lo evitamos, tendremos merecida esta nueva chuletada de derechos laborales.

claudioandrada1959@gmail.com