Nada más y nada menos que 400 camas hay bloqueadas en los hospitales de las Islas con pacientes dados de alta, pero a los que sus familias no van a recoger. Dramáticas declaraciones del presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, no solo porque las hizo para justificar las interminables listas de espera hospitalarias, sino porque hay gente olvidada en los hospitales. Algo que, a día de hoy, no logro comprender. Cada verano vemos perros abandonados por las calles porque sus dueños se van de vacaciones o simplemente se han cansado de ellos. Pero, ¿familiares? Independientemente de que hay que analizar las razones personales por las que una persona prefiere dejar a otra en un centro hospitalario en lugar de llevársela a su casa, es terrible que 400 personas vivan literalmente en un hospital porque nadie viene a buscarlos. Seguro que en el 90% de los casos las razones económicas justifican esta decisión, y es ahí donde el Gobierno, en lugar de denunciarlo para poner colorados a los familiares, debería darles una solución. Enterarse, caso por caso, de las razones reales por las que ese paciente sigue ingresado y buscar con los protagonistas una solución alternativa porque, ciertamente, ocupar esa cama supone que otra persona que realmente la necesite no pueda usarla. Pero claro, se trata de buscar soluciones, algo que este Gobierno ha demostrado de manera reiterada que no sabe hacer. Además, si esto lleva produciéndose hace años, la denuncia pública de Paulino Rivero solo puede obedecer a dos razones: una porque está hasta las narices de las quejas de las listas de espera y los retrasos de los hospitales del norte y del sur; y dos, a que está preparando el terreno para un cambio de Gobierno en el área de Sanidad, sin lugar a dudas, la más criticada. La verdad es que el socio socialista le está saliendo un poco caro al presidente Rivero. Recordemos las últimas declaraciones del director general del Servicio Canario de Empleo (SCE), Alejandro Martínez, que ni corto ni perezoso dijo que la función del SCE no es crear empleo. Estas manifestaciones no merecen comentario alguno, basta decir que estas personas dirigen un gobierno con un presupuesto de miles de millones de euros. Ya lo decía El Gran Combo de Puerto Rico: “Todo el mundo pa’su casa que no hay cama pa’tanta gente”. Pero a su casa mandaba a muchos de los que están en los asientos azules del Gobierno, y no a los pacientes crónicos de los hospitales.