Esto es macanudo. Generalmente no estamos conformes con casi nada. Si llueve, porque vaya faena que no deja de llover. Si hace calor nos seguimos quejando porque esto es insoportable, y a ver si llueve ya. Si gana las elecciones el PP, decimos que a dónde vamos a llegar, que con estos nos vamos al garete; y si preside el país el PSOE continuamos quejándonos y lamentando que no sean los Populares los que lleven las riendas del Gobierno. El caso es quejarse y no estar satisfechos con nada.
En el CD Tenerife esto se multiplica y se magnifica con todo lo que hace el club en cualquier ámbito. Si Concepción no ficha y prefiere reducir deuda, decimos que es un disparate no reforzar al equipo. Que hay que endeudarse más y jugártela con refuerzos para mejorar el nivel de la plantilla. Si se hacen fichajes decimos que son muchos, y que a quien se le ocurre ponerse a invertir en jugadores con la deuda que arrastra el club. Si hay cantera decimos que son inexpertos, y que cómo nos vamos a jugar la permanencia con unos pibes que salen de Tercera División; y cuando no se suben futbolistas del filial al primer equipo, clamamos demagógicamente pidiendo a gritos que aquí hay nivelazo en la cantera y señalamos a Las Palmas para decir: !Allí sí que saben! Si Cervera arriesga decimos que es un osado; si no lo hace lo llamamos cagón. Si pone a Roberto como portero dudamos de su capacidad; y cuando juegue Rivas diremos que con Roberto se vivía mejor. En el momento de analizar a Aridane le cascamos y decimos que es un delantero con pocos recursos, y si le da un pase como el que le puso a Suso en el derbi para fabricar el tres a cero, lo ensalzamos, y sentenciamos que es un pedazo de delantero con cosas diferentes a otros de su envergadura.
Y llegamos a los fichajes. Si llegan Natalio y Julio Álvarez pedimos jugadores más jóvenes y con hambre, y cuando se trae a Ayoze se pone en duda su capacidad física e ilusión por comerse el mundo blanquiazul. Si Medina ficha, lo criticamos porque es inexperto y no conoce el mercado. Si es Cervera el que toma el mando de las operaciones del mercado, le damos leña a Quique porque no se involucra como el líder de la parcela deportiva en el Callejón del Combate.
Si nos ceñimos a los movimientos de entrada de jugadores en este mercado de invierno, todo va según lo previsto y esperado en cuanto a insatisfacciones generales. Édgar no acaba de convencer; Ayoze Díaz, sí pero no, y Diego Rivas no, pero tal vez. Y seguimos esperando que venga Nino, Ángel, o Mascherano si se pusiera a tiro. Y en este maremagnum de ácidas críticas hacia todo lo que se hace o deja de hacer nos olvidamos de algo básico y capital: El club está más tieso que la mojama. Pero nos da igual. Sigan bailando.