Los errores que está cometiendo el Gobierno de Mariano Rajoy son tan descomunales que no entiendo la ceguera o la pasividad de ellos mismos, de su partido y de su cohorte mediática. El tratamiento que están dando a la fase final de la historia de ETA es un puro disparate y a veces parecería que se identifican con los sectores que -ellos sabrán por qué- no quieren de verdad el final de la banda. Resultado inmediato: más de cien mil personas en las calles de Bilbao y el PNV obligado a ponerse del brazo con Bildu, y la cerrazón del Gobierno, incluidas las detenciones de abogados, como instrumento de trabajo. Así se las ponían a Felipe II. Un nuevo y singular desgaste del PP viene por el tema del bulevar del Gamonal de Burgos, que nos hace preguntarnos si no hay nadie en ese partido que le haga entrar en razón a ese alcalde, que asume la responsabilidad de esa gran cristalización de la protesta popular y provoca la nueva idiotez de centrarlo todo en unos comportamientos violentos muy minoritarios. Pues no les da pena de que todo ello oscurezca ese teórico éxito de la visita del presidente a la Casa Blanca y del reconocimiento por Obama de los positivos avances de la macroeconomía española. Pero el colmo de todo es la locura en torno al proyecto de retroceder al franquismo en materia de aborto. La encuesta que publicaba El País les pone ante la contundencia de un gran fracaso: lo hacen para ganar votos en la extrema derecha y resulta que pierden muchos más por el centro e incluso por la derecha normal y además provocan unas divisiones internas que a veces más parecen cismas que normal pluralidad de opiniones. Dos años después de su llegada al poder ya hay una encuesta seria que los coloca por debajo del PSOE, aunque no mucho. Pero sumemos la intención de voto por el PSOE a la intención pro Izquierda Unida y nos encontraremos con una mayoría superabsoluta. No se lo creen, o dicen que esto es coyuntural y que dura dos días. Bien, bien, enseguida tendremos las elecciones al Parlamento Europeo y veremos todo esto con más claridad. Es cuestión de unos meses.