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Una mesa doblemente redonda РPor Jos̩ Manuel Padilla Barrera

   

El pasado miércoles 22 de enero se celebró en el Espacio Cultural de Caja Canarias de Santa Cruz de Tenerife una mesa redonda de la que digo en el título que fue una mesa doblemente redonda para huir de la molesta redundancia, y lo digo porque resultó perfecta, completa y bien lograda y eso según el DRAE significa que salió redonda. Fue organizada por la Capitanía General de Canarias, bueno sí, ya sé, por el Mando de Canarias, pero por mucho que se empeñen los boletines oficiales en cambiar la denominación, aquí seguiremos llamándola como siempre lo hemos hecho. Formaba parte de los eventos que se han programado con motivo de la celebración de los 425 años de la creación del cargo de Capitán General de Canarias. Se trataba de una mesa redonda moderada por Leopoldo Fernández Cabeza de Vaca, con cuatro magníficos ponentes, cuyas intervenciones trataré de resumir para que se pueda comprobar que el calificativo de redonda a la mesa redonda está justificado.

Manuel Hernández profesor de la ULL, hizo una interesantísima exposición sobre las levas en la historia canaria, un tema apasionante que supo a poco. El Centro de Historia y Cultura Militar debería invitar al profesor Hernández a que con más tiempo nos termine de ilustrar sobre esa gran aventura de los canarios, unas veces voluntaria, otras no tanto. Lo que hoy nos enorgullece, la gran y magnífica participación de los canarios en la colonización de muchas tierras americanas, fue entonces un verdadero drama para muchas familias que, además, trajo consigo el despoblamiento de zonas rurales en las islas.

Emilio Abad, único militar de la mesa, hizo una amena descripción de la implicación e integración del Ejército en la sociedad canaria a lo largo de más de cuatro siglos. De la dedicación de capitanes generales en mejorar las ciudades canarias asesorados y ayudados por los ingenieros militares. De las grandes realizaciones del Mando Económico. De la gran labor de alfabetización en épocas en las que el tanto por ciento de analfabetos entre los que se incorporaban a filas era muy alto. De la formación profesional durante el servicio militar. De la apertura de los cuarteles a los colegios. De las muchas entregas de banderas por parte de instituciones civiles canarias a distintas unidades. Del inolvidable Seminario Cívico Militar allá por los finales de los años 70. Muchas y variadas e importantes fueron las razones expuestas que acreditan la raigambre de lo militar en la sociedad canaria.

Paco Pomares hizo un análisis muy certero sobre las razones por las cuales las Fuerzas Armadas son estos momentos la institución más valorada en España. De cómo manteniendo unos valores que, desgraciadamente, se están perdiendo en la sociedad civil, los militares, a pesar de la escasez de medios, han sabido mantener la eficacia de las fuerzas armadas demostrada en las misiones de paz en las que han intervenido. Habló de la transformación que estas fuerzas armadas han experimentado a partir del Plan Norte, transformación que él ve reflejada en el decálogo de comportamiento que para el Ejército publicó el entonces teniente general Faura, siendo JEME, que lo fue con los gobiernos de Felipe González y Aznar. La desaparición del Servicio Militar Obligatorio fue otro hito en este proceso de transformación, aunque opinó que quizás debió hacerse de una forma más escalonada. Alabó la aparición en los centros de mando de los gabinetes de prensa y la especialización a la que se somete al personal que en ellas presta su servicio y abogó para que se siga en esa línea, porque considera que una relación fluida entre Ejército y medios de comunicación es fundamental en una democracia.

Alfonso Soriano en una brillante y apasionada exposición estableció un paralelismo entre lo que él llama la segunda restauración, la de la llegada al trono de Juan Carlos I y la del pronunciamiento de Martínez Campos en Sagunto con la vuelta al poder de los borbones en la figura de Alfonso XII, en la que después de unos años de estabilidad, los asesinatos de Cánovas y Canalejas, la crisis del 98 y la nefasta actuación de los políticos trajeron como consecuencia, primero la dictadura de Primo Rivera, después la llegada de la Segunda República y finalmente la Guerra Civil. Estima Soriano que la degradación de la política similar a la que se vivió entonces puede llevarnos a una nueva quiebra del sistema. Destacó que él que conoció en primera persona, porque era diputado, lo que fue la Transición, y no encuentra hoy en la clase política, ante la gran crisis que vivimos, la ilusión, el entusiasmo y la altura de miras que entonces tuvieron para sacar a España de una situación también muy difícil.

Presentó el acto el General Director del Centro de Historia y Cultura Militar de Canarias, general Ruiz de Oña, que dio paso a la salutación del Teniente General Jefe del Mando de Canarias, o sea, el Capitán General Juan Martín Villalón que, por cierto, dentro de pocos días nos deja para pasar a la Reserva. Por una curiosa paradoja, el ascenso al generalato siendo joven, le ha supuesto un acortamiento de la vida militar. Se va dos años antes de lo que por edad le correspondería. Poco tiempo ha estado entre nosotros, pero sí que ha sido suficiente para dejar un buen recuerdo y para muchas realizaciones, especialmente esta de la celebración de los 425 años de la Capitanía General que deja en marcha y servirá como otro nuevo y potente nexo de unión entre Ejército y sociedad canaria.

Si hay que buscarle algún pero a estas mesas redondas y conferencias, las que se han dado y las que tendrán lugar a lo largo del año, es que son efímeras, nada más pronunciadas pasan irremisiblemente al olvido. Por eso sería bueno que al final de la celebración se editara un libro que recoja todo lo que se ha dicho alrededor de esta efeméride de los 425 años de la Capitanía General de Canarias. Sería un buen colofón.