Por Ylka Tapia
Fotos: Diego Méndez
Me cito con Milena Rodher en una atestada cafetería en pleno día de rebajas. Carismática, en pocos minutos me transmite su entusiasmo por la moda, su pasión y estilo de vida. Milena es una de tantas tinerfeñas que, viendo la escasa posibilidad de formarse adecuadamente en la Isla, convino hacer las maletas y probar suerte en Londres, una de las capitales mundiales de la moda. Allí consiguió trabajo como visual merchandaising en The Koopes, costeándose así un curso intensivo de estilismo en la prestigiosa Central St. Martins de la Universidad de las artes. También bloguera, pocos saben que es una de las pioneras de los casi extintos fotologs en nuestro país, perteneciendo al exclusivo grupo formado por Gala González, Pelayo Díaz, María Verde, entre otros, con los que entabló una estrecha amistad gracias, precisamente, a estas plataformas de publicación. Me interesa conocer su visión de la industria textil y el mundillo bloguer en Canarias y cuáles son sus planes de futuro en Tenerife, su actual residencia.
-¿Por qué Londres y no Barcelona, París, Roma…?
“No sentía que aquí tuviera un hueco para mi vocación. En 2010, y gracias a mi amistad con Gala y Pelayo, estuve de visita con ellos en la ciudad y conocí la escuela en la que estudiaban diseño, St. Martins. A mi vuelta me di cuenta de que yo también quería eso. Aquí me sentía frustrada. Así que hice las maletas y me marché. Tuve la suerte de conseguir rápidamente empleo y me aceptaron en la escuela. Nunca creí que pudiera pasarme a mí. Fue un sueño hecho realidad”.
-¿Qué es lo que más destacaría de su aventura londinense?
“[Sonríe ampliamente] Allí es todo mucho más fácil. En casi cualquier esquina encuentras a alguien vinculado con el sector. Y también es más inspirador. Miras a tu alrededor y hay talento. Aquí, por el contrario, es difícil hacer contactos o ya están hechos entre ellos; es más, si no caes bien en esas piñas es muy difícil acceder a nada. Al haber tan poco, lo que hay ya está muy conocido. No hay variedad, tampoco hueco. En Londres, por ejemplo, hay muchísimos diseñadores con los que puedes empezar haciendo prácticas y acabar trabajando con ellos. En definitiva, es una ciudad grande”.
-El Cabildo, en los últimos años, está apostando por Tenerife Moda, pero imagino que continúa siendo escaso en comparación a lo que ofrece Londres. ¿Por qué volver?
“Por amor. Volví por amor. A mi familia y al que es ahora mi marido. Ahora mismo, no me apetece volver a irme, pero no lo descarto. Le estoy dando una oportunidad a la Isla y, de hecho, tengo unos cuantos proyectos en mente y quiero hacer otras cosas, siempre dentro de lo creativo. Creo que, en vez de salir corriendo, lo que hace falta es hacer equipo, absorber del extranjero e implantarlo. Los que ya están trabajando duro deberían abrir los ojos y dejar que los que hemos vuelto ayudemos”.
-¿Por eso cree que la moda tinerfeña requiere de una mayor apertura al exterior?
“Sí, porque hace falta research (investigación) de lo que hay fuera. No es necesario tener dinero para ello. Siempre he dicho que para que las cosas luzcan bonitas no hace falta hacer una gran inversión. Pienso que hay que hacer equipo con los profesionales que sabemos de esto, cada uno en lo suyo, y oír propuestas. Dar la oportunidad de sentarse en una mesa a quienes quieren aportar. No se trata de trabajo o de pagar ideas. Algunos lo hacemos, simplemente, porque amamos la moda. Sin ir más lejos, en la isla de enfrente están invirtiendo en infraestructuras y organización (pasarela, modelos…). Es más, Juan Betencourt, uno de los últimos modelos de Moda Cálida, ha sido escogido recientemente para una campaña de Tom Ford. Fíjate que no hablo de los diseñadores, el gusto en esto muy subjetivo. Repito: no es una cuestión de dinero sino de buen gusto”.
-Entonces, ¿qué falla?
“Hay personas dentro de las organizaciones, por ejemplo en el Cabildo de Tenerife, que están muy ocupadas y no disponen de tiempo para la creatividad. Pero otros sí tenemos frescura y ese tiempo de investigación para ver qué hay fuera y poder aplicarlo en nuestra isla. Falta estilo y se tiende a un encasillamiento de lo que ya se ha hecho otros años. Somos un grupo de gente joven, con ganas de apoyar a Tenerife y dispuesta a trabajar. No quiero pensar que no vamos a tener la oportunidad, sino que esto crecerá y se aprovecharán los recursos que ofrecemos. Sé que podemos tener un colectivo fuerte, con mucha base”.
-¿De qué forma encaja su web en el tardío boom de los blogs de estilismo en el Archipiélago, los llamados egoblogs?
“Detesto el término egobloguer. Mi ego está muy bien y no necesito un blog para aumentarlo o para que alguien me diga lo bien que visto. El mío no va por ahí, sino es un currículo en línea donde yo expreso mis capacidades y donde me expreso con frescura. Además, no suelo hacer colaboraciones, no es mi forma de trabajar, considero que las tiendas ya tienen sus campañas publicitarias hechas por profesionales, que para eso están los fotógrafos y estilistas. No creo que me necesiten para enseñar una ropa que ya está en un catálogo dentro de una campaña. Lo que intento enseñar en mi web es cómo con una economía normal me visto de una determinada manera que puede agradar o no según la visión de cada uno. Es fundamental mostrar versatilidad”.
-Pero ¿no es ese precisamente el objetivo de una bloguera, vivir de las marcas?
“[Tuerce el gesto] Los intereses personales de cada uno a la hora de abrir una web son muy variados. Sí, los hay que piensan que esto es un campo de rosas y que enseguida te regalan bolsos, ropita… Ni lo critico ni lo juzgo, pero no es mi caso”.
-Si alguien quiere tener uno como el suyo, ¿qué le aconsejaría?
“Algunos lectores me preguntan quién gestiona mi blog. Lo hago todo yo: desde los retoques de diseño de la plantilla hasta la edición de las fotografías (que me las toma mi marido, por cierto). Por tanto, creo que lo más importante es ofrecer calidad: lo primero es tener conocimientos de dónde te vas a meter, de las herramientas tecnológicas; lo siguiente es tener definido lo que quieres hacer y cuando lo tengas claro, ejecutarlo todo con esmero. Fijarse en lo que hacen otros blogueros, pero no en el vecino, sino fuera de nuestras islas e, incluso, de España. Es más enriquecedor. Ah, y que debería ser un hobby. Todo lo que se hace con autenticidad suele tener éxito”.
-Las que consiguen cierta relevancia enseñan modelitos inaccesibles para el público, dando la impresión de que para vestir bien hay que fundir la tarjeta.
“Eso es completamente falso. Para vestir adecuadamente hay que simplemente comprarse algunas revistas, leer un par de blogs y tener un poco de picardía y dejarse asesorar por quienes han estudiado o lo controlan; es importante tener la mente abierta, pero no hace falta vestir de marca. También tener un aspecto saludable y, sobre todo, sentirse cómodo consigo mismo”.