Los españoles están pagando aún la picardÃa de las contratistas de obra pública de subvaluar sus ofertas para ganar una adjudicación y, posteriormente, amenazar con detener su ejecución si no se amplÃa el presupuesto, hasta superar inclusive el costo propuesto por concursantes perdedores, lo que hoy ocurre en el conflicto Sacyr-Panamá, provocando una crisis con Latinoamérica, donde mayor inversión española existe. Y es que el grupo liderado por Acciona presupuestó la ampliación del canal de Panamá en 3.991 millones de euros, el por Mitsubishi en 3.010 millones, y el por Sacyr ganó proponiendo 2.243 millones pero ahora, con los 1.200 millones extras que reclama, Panamá pagarÃa 400 millones más de lo presupuestado por el concursante mas caro (Acciona), viendo asà España desacreditada su marca internacional, gracias a esta picardÃa con que muchas contratistas vaciaron arcas de todo tipo de la Administración española, como en la Ciudad de las Artes de Galicia, paralizada al superar el 500% su presupuesto, y en Tenerife con la construcción del Auditorio varias veces amenazada de paralizarse, pagándose finalmente un coste (desconocido) mayor al propuesto por el adjudicatario. Tras la crisis inmobiliaria española, estas constructoras encontraron en el exterior contratantes a quienes aplicar su picardÃa, sin importarles que con ello afectaban la marca España y el esfuerzo que decenas de miles de empresarios e inversores responsables realizan para ensalzarla, siendo buen ejemplo de esta picardÃa la conducta de Sacyr en Panamá, pues no puede negar que con su currÃcula empresarial sabÃa de antemano costes y riesgos imprevistos. Panamá pagará más. Pero doblemente España. Pues al que seguramente parte de esos 1.200 millones de euros extras saldrán del erario español para tranquilizar al Gobierno panameño, también deberá recomponer el descrédito impuesto a la marca España en Latinoamérica, donde mayores inversiones españolas existen.
gerardoctkc@gmail.com