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El garabato>

Un paso pa’lante – Luis de la Cruz

   

Durante 30 años de ejercicio profesional, primero en Radio Norte y ahora en DIARIO DE AVISOS, he vivido e informado de asambleas de todos los colores y sabores.

La última se puede resumir como un encuentro de trabajo lleno de personas de talante, comprometidas con este deporte y con la ilusión suficiente para que la lucha siga manteniendo la esencia, pero que también se adapte a los nuevos tiempos.

Los nuevos responsables de las insulares, lejos de ir con el cuchillo afilado y dispuestos a cortarle la yugular al presidente nacional de turno, apostaron por el diálogo, por buscar propuestas dialogadas y de sentar las bases en busca de un futuro esperanzador y mucho mejor para la lucha canaria.

Felicitar al Jurado de Garantías por el trabajo que desarrollan durante todo el año. Un grupo de sabios que acumulan mucha experiencia, pero que tienen abiertos los ojos a la modernidad, dando de nuevo otra lección de democracia. Buena parte de culpa de todo esto tiene Juan Miguel Albertos, un letrado que ha hecho mucho por la lucha. Lo mismo ocurre con Mila Pacheco, la nueva jurista de la Nacional, que siempre pone un toque de modernidad y de mucho rigor en todo el trabajo que hace. Al igual que Noemi de Luis, una coordinadora que se ha ganado el cariño y el respeto de todos. Cuida los pequeños detalles para que la gente se sienta cómoda en cada reunión.

La asamblea marca las directrices pero ahora queda un largo camino por recorrer que no lo puede hacer solo Germán Rodríguez y el resto de su equipo. Necesita la complicidad de todos los sectores de esta disciplina deportiva.
Hilo directo con los equipos y luchadores. La lucha necesita de un proyecto integral que llegue al gran público, que entre de lleno en el tejido social de las Islas y que cuente con el respaldo institucional y empresarial necesario para conseguir todos los objetivos que están marcados en la hoja de ruta.

Es importante mantener la esencia, los valores de un deporte que nos identifica como pueblo pero también hay que incorporar nuevos elementos que nos lleven a un futuro prometedor. Con el compromiso de la familia de la lucha, este barco llegará a buen puerto.