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Sacyr confía en lograr un acuerdo para acabar el Canal de Panamá, pero mantiene aviso de parar obra el día 20

   
El presidente de Sacyr Manuel Manrique

El presidente de la constructora Sacyr, Manuel Manrique. | E.P.

EUROPA PRESS | Madrid

Sacyr “no va a abandonar” el proyecto de ampliación del Canal de Panamá porque “no contempla otro escenario” que el de alcanzar un acuerdo con la autoridad que administra la infraestructura para solventar los “puntuales” problemas de liquidez surgidos en la obra y culminarla “en 2015″, según aseguró el presidente de la compañía, Manuel Manrique.

El presidente de la constructora, que lidera el consorcio encargado del emblemático proyecto, indicó no obstante que este grupo de empresas mantiene el preaviso remitido el pasado 30 de diciembre a las autoridades panameñas advirtiendo de que el próximo 20 de enero paralizarían las obras en caso de que no se resolvieran antes los problemas económicos que presentan.

A pesar de ello, Manrique reiteró en numerosas ocasiones la voluntad de Sacyr de alcanzar un acuerdo “rápido” con la Autoridad del Canal de Panamá y de concluir los trabajos. “Sacyr no va a abandonar el proyecto, las obras van a continuar y se van a acabar porque no contemplamos otro escenario que el del acuerdo”, proclamó, para garantizar que cuenta con el “apoyo unánime” de todo el consejo de administración de su empresa.

En una rueda de prensa que ofreció este lunes en Madrid, aprovechando una breve estancia en la capital, tras pasar toda la pasada semana en Panamá, adonde regresará mañana para continuar con la negociación, el presidente de Sacyr subrayó así su confianza en que las dos partes solventarán el “puntual inconveniente” que considera que supone la falta de liquidez que afronta la obra.

En cuanto al estado en que se encuentran las negociaciones entre el consorcio que acomete la ampliación y la Autoridad del Canal para resolver esa falta de liquidez, se limitó a indicar que “la cosa va bien” y que confía en un “acuerdo rápido”.

“Estamos en un proceso continuo e interactivo en el que estamos explorando varios escenarios que mejoren el cash flow (la liquidez) del proyecto”, se limitó a indicar Manrique al ser preguntado sobre el momento actual de la negociación con la Autoridad del Canal, administrador de la infraestructura y promotor del contrato de ampliación. Por contra, declinó avanzar la cifra que considera necesita la obra para garantizar su continuidad.

Esta negociación arrancó hace justo una semana, días después de que el consorcio advirtiera de una posible paralización de los trabajos y después de que la ministra de Fomento, Ana Pastor, viajara a Panamá y se reuniera con el presidente del país, Ricardo Martinelli, para desbloquear el conflicto.

En los primeros días de negociación trascendieron dos propuestas de solución a los problemas de liquidez que bloquean las obras del Canal. La Autoridad de la infraestructura propuso anticipar 100 millones de dólares (unos 73 millones de euros), mientras que el consorcio solicitó un adelanto de 400 millones de dólares (unos 293 millones de euros).

“UNIDOS POR EL CANAL”.

Respecto a la reivindicación de 1.000 millones de dólares (765 millones de euros) realizada de forma unilateral por su socio en el consorcio, la italiana Salini Impregilo, Manrique explicó que se trata de cifras antiguas.

En cuanto a la relación entre los socios del consorcio, el presidente de Sacyr considera “lógico que cuatro empresas de cuatro países diferentes y con filosofías diferentes tengan opiniones y criterios diferentes”. “Pero nos une el objetivo del consorcio de acabar este contrato. Este objetivo es superior y prevalecerá a las diferencias que podamos tener”, indicó en referencia a la relación con las constructoras que contemplan el Grupo Unidos por el Canal encargado de las obras, la belga Jan de Nul y la panameña Cusa, además de Salini Impregilo y la propia Sacyr.

En su comparecencia, Manrique explicó que la falta de liquidez que amenaza la continuidad de las obras de ampliación del Canal surge del “desfase” que existe entre “el tiempo que lleva el mecanismo establecido en el contrato para resolver reclamaciones y el avance que experimentan las obras”.

RECLAMACIONES JUSTAS.

En este punto, el presidente de Sacyr ratificó que dichas reclamaciones por sobrecostes, que el consorcio cifra en unos 1.600 millones de dólares (unos 1.200 millones de euros), son “justas, razonables y están justificadas” y que parten de las “anomalías e imprevistos técnicos no contemplados en el proyecto original” y surgidos tras iniciarse la obra.

Manrique reveló que una de las vías que se negocian para solventar los problemas de liquidez del proyecto pasan por el compromiso de ambas partes, del consorcio y de la autoridad del Canal, de “agilizar” el proceso de resolución de estas reclamaciones.

Durante la rueda de prensa, el presidente de Sacyr manifestó el “orgullo” que supone para la compañía la ejecución de la obra del Canal, si bien rechazó que se trate de un “proyecto relevante en el balance del grupo” y que pueda afectar a su solvencia financiera. “Sacyr es una empresa sólida y solvente”, aseveró.

Manrique aseguró ser consciente de la “transcendencia” de la obra, “ejemplo de la ingeniería española, orgullo internacional”, y manifestó su agradecimiento a la “ayuda” prestada por la Administración española, especialmente a la ministra de Fomento, Ana Pastor.