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El Teide, 60 años de Parque Nacional – Por Isidoro Sánchez García

   

El 22 de enero de 2014 se cumplen sesenta años de la firma del decreto del Ministerio de Agricultura por el cual el Teide se declaró Parque Nacional. Tuvo que esperarse treinta y siete años desde que el Ayuntamiento de La Orotava, a propuesta del concejal Juan Acosta Rodríguez, aprobase la moción correspondiente para que el ingeniero jefe del distrito forestal de Tenerife, Arturo Ballester Martínez Ocampo, elevase a Madrid la pertinente solicitud tomando como base el Real Decreto de 23 de febrero de 1917 que desarrollaba la Ley de 7 de diciembre de 1916, de creación de Parques Nacionales. Menos mal que el Turismo irrumpía de manera significativa en el gobierno español y el destacado político canario Manuel Cerviá Cabrera, subsecretario del ramo, propició la declaración una vez que el ayuntamiento orotavense presidido por el alcalde Juan Guardia Doñate cediese al Estado en 1952 los setecientos veinte mil metros cuadrados para ubicar y construir el parador de turismo de las cañadas del Teide. En la década siguiente fue una realidad la instalación del proyecto del teleférico promovido por el político portuense Andrés Arroyo. La observación astronómica no se quedó atrás y se hace realidad el Observatorio de Izaña que dio paso al IAC que presidiría hasta hace escasos meses el profesor universitario Francisco Sánchez Martínez. En el ámbito de la conservación de la naturaleza se apreció a partir de 1972 el llamado Espíritu de Yelowstone que importase desde los EE.UU. de América el director del ICONA, Francisco Ortuño. La democracia irrumpe en España y los ENP conocen una nueva norma jurídica que en el caso del Teide se plasma en la Ley de reclasificación del mismo que introdujo figuras como los Planes Rectores de uso y gestión (PRUG) y los patronatos democráticos, acabando con la explotación de la piedra pómez. La presencia del ingeniero canario José Miguel González en la dirección del ICONA favoreció la aprobación del R.D. 1105/82, de ayudas al desarrollo socioeconómico de las áreas de influencia de los Parques Nacionales. La buena gestión del PN del Teide permitió que a partir de 1989 el Consejo de Europa le concediese el Diploma Europeo, y lo más importante fue que en julio de 2007 la UNESCO reconoció los valores universales del Teide y sus cañadas, por lo que lo incluyó en la Lista de Bienes Naturales del Patrimonio Mundial. La pena es que aún las administraciones públicas competentes en la materia no se han puesto de acuerdo para que el Centro Visitantes Telesforo Bravo, en La Orotava, sea abiertos al público. Felicitaciones a todas aquellas personas que han hecho posible disfrutar de este Monumento de la Naturaleza.