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Tigaray, puro lujo – Por Román Delgado

   

Este artículo que les presento no pretende ser una crítica musical. Nada más lejos de mi intención. Esta reflexión únicamente procura convertirse en invitación y estímulo para que el que la lea no eluda la posibilidad, si se le presenta, de activar sensaciones honradas y bien enraizadas gracias a la asistencia al último espectáculo (o si no con la audición del CD) de Tigaray, una creación que rebosa calidad, humanidad, innovación y, sobre todo, noble y verdadera intención de acercar lo nuestro, esta vez sin soberbia ni barroquismo mal entendido. Y claro que con mucha valentía: con la cabeza bien alta. Les ha valido con la sencillez y las ganas, que apoyan en la seguridad que da la profesionalidad. Hablo del grupo de música tradicional Tigaray (Los Realejos), que el viernes pasado, esta vez en el teatro Leal, hizo vibrar al público allí presente, con casi lleno en el espectáculo Donde dijo Viera, con el que la formación de jóvenes y no tan jóvenes rinde tributo a la figura del escritor José de Viera y Clavijo (nacido en Los Realejos) con motivo del bicentenario de su muerte. El trabajo de Tigaray, que muestra un notable progreso tras los recientes cambios realizados en el grupo, es muy de agradecer porque simboliza el camino de la superación, porque para ello se agarra al patrimonio cultural del pueblo que vio nacer a la formación (ésta cabalga hacia la meta de convertirse en una de las grandes en Canarias), porque asume loables retos musicales y escénicos (tradición y modernidad), porque es un elemento nítido de integración de nuevas generaciones y porque ha concebido un espectáculo sobrio y humilde que sabe llegar al corazón. Y esto lo han conseguido con el cemento de la experiencia y la profesionalidad, y con enorme apetito. De Donde dijo Viera brotan las ganas, que rebosan en todo momento. Con ellas, junto al don y la vitalidad, Tigaray alcanza el objetivo también logrado en el Leal: que la virtud y la bondad inundaran el recinto y al final los asistentes nadaran entre aguas de alegría y emoción, las de sentirse parte de Tigaray, de Viera y Clavijo… Donde dijo Viera ya se ha convertido en patrimonio isleño y de Los Realejos, un enorme regalo de Tigaray. Gracias, y a seguir con la misma enseñanza. El reloj se ha puesto a cero y ahora les toca sumar centenarios, y que sean con José Juan ahí dentro, un verdadero capitán. Gracias, primo.

@gromandelgadog