X
sanidad >

La tos ferina cae en Canarias en un año tranquilo en brotes epidémicos

   
EL DIRECTOR GENERAL DE SANIDAD PUBLICA JOSÉ DIAZ-FLORES durante una entrevista

Imagen reciente del director general de Salud Pública, José Díaz-Flores. | JAVIER GANIVET

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

Un notable descenso en casos de tos ferina y un brote de sarampión en el Sur de Tenerife a cuenta de turistas ingleses son las principales novedades del balance provisional de brotes epidémicos, que incluye las intoxicaciones alimentarias, detectados por la Dirección General de Salud Pública en Canarias durante 2013.

Sin duda esta menor incidencia de la tos ferina, una enfermedad que siempre preocupa dado su pésimo efecto entre los más pequeños, resalta sobre estos datos, que no incluyen aún de forma completa el mes de diciembre pasado. Tal y como detalla el responsable de este departamento de la Consejería autonómica de Sanidad, José Díaz-Flores, “a lo largo de 2013 se ha observado una disminución importante en el número de casos de tos ferina declarados a la Red Canaria de Vigilancia Epidemiológica, en toda Canarias. Esto indica que nos encontramos en la fase descendente de la onda epidémica que se inició en 2011 y que ha alcanzado el pico máximo en el año 2012”.

Cuestionado sobre si estos números son los habituales en nuestro país, el alto cargo regional explica que “el comportamiento de la enfermedad en Canarias ha sido similar al observado en otras comunidades autónomas y países de nuestro entorno, que registraron en su día una incidencia incrementada de tos ferina, relacionada con aspectos propios del agente causal de este proceso (Bordetella pertussis) y las características de las vacunas disponibles. Felizmente, entramos en 2014 ya en clara fase de descenso”.

Por lo que respecta al sarampión, Díaz-Flores desveló que “se produjo un brote autóctono de sarampión, con diez casos, en el sur de Tenerife. Este brote se relacionó con un grupo de ocho turistas ingleses enfermos de sarampión, que estuvieron en la Isla durante el periodo de transmisibilidad de la enfermedad. Esta situación fue conocida tras el aviso del Servicio de Salud del Reino Unido tras lo que se puso en alerta a los profesionales sanitarios”.

Sobre si son habituales estos brotes de sarampión, el director general de Salud Pública hace memoria estadística para apuntar que el que nos ocupa “es el tercero en importancia, de los brotes de sarampión detectados en Canarias, tras la puesta en marcha en 2001 del Plan de Eliminación del Sarampión. El primero en importancia fue un brote de 46 casos, ocurrido en 2011 en Tenerife y el segundo, otro de 14 casos ocurrido en Gran Canaria en 2006. Este plan centra las actividades en el reforzamiento de la vigilancia epidemiológica y en el seguimiento de todos los casos sospechosos y sus contactos. Por ello, cada caso sospechoso que se detecta se considera un brote, tras lo que se realiza una investigación epidemiológica minuciosa para buscar la fuente de infección, confirmar el caso en el laboratorio, establecer el aislamiento, y vacunar a los contactos susceptibles”.

Precisamente, la notificación de situaciones epidémicas y brotes es uno de los elementos del Sistema Básico de Vigilancia de la Red Canaria de Vigilancia Epidemiológica (RCVE), establecido mediante un decreto promulgado el 24 de septiembre de 1998, por el que se crea la Red Canaria de Vigilancia Epidemiológica y se establecen las normas para regular su funcionamiento. La información recogida en la RCVE procede principalmente de los médicos de la red asistencial (tanto de centros públicos como privados), que tienen la obligación de notificar de forma urgente la sospecha de aparición de los mismos.

La OMS

“Los procedimientos utilizados para la recogida de datos -cuenta Díaz-Flores- son similares a los que se utilizan en otras comunidades autónomas y países europeos, ya que sigue las pautas recomendadas en el programa europeo de la Organización Mundial de la Salud, al que España se incorporó en 1983”.

“Esta investigación epidemiológica de un brote -continúa el alto cargo- permite conocer datos sobre el agente causal, la fuente de infección, el modo de transmisión y los factores contribuyentes implicados, y adoptar las medidas de control necesarias”.

En cuanto al balance general del año pasado, los números son similares a los del año anterior. Siempre teniendo en cuenta que son provisionales, los datos disponibles reseñan 37 notificaciones de brotes epidémicos. Hasta el momento se ha completado la investigación de 24 brotes, de los que 21 han sido toxiinfecciones alimentarias (es decir, brotes producidos por el consumo de alimentos contaminados). Se han registrado 3 brotes no alimentarios, de los que 2 son gastroenteritis de origen vírico (con 30 casos) y un brote de sarna (con 5 casos). Existen 13 brotes cuya investigación permanece abierta en este momento, a la espera de recibir resultados de laboratorio y de completar otros aspectos de la investigación.

La salmonella tuvo mayor repercusión, con un total de 14 episodios en las Islas

Estos datos son similares a los obtenidos en 2012, en que se notificaron 38 brotes (23 fueron toxiinfecciones alimentarias).

El número total de afectados en los 24 brotes con información completa de 2013, fue 282 personas de las que 34 precisaron ingreso hospitalario. En las 21 toxiinfecciones alimentarias estudiadas se han afectado 222 personas (33 ingresados).

“El análisis de las toxiinfecciones alimentarias muestra que el agente infeccioso mas frecuentemente implicado como causa del mismo es la salmonella”, explica Díaz-Flores. “Este patógeno ha ocasionado 14 de los 21 brotes investigados, pero además esta implicado en otros cinco brotes que actualmente están en fase de investigación”. Lo cierto es que se dan más casos de salmonella respecto a los años anteriores, ya que en 2012 se registraron ocho toxiinfecciones por Salmonella y en 2011 su número fue de nueve.

Respecto al grupo de alimentos mas relacionado con las toxiinfecciones alimentarías, es el “huevo y los productos del huevo” el que ocupa el primer lugar, seguido de “pollo y carne”.

Por último, un clásico de última generación: la ciguatera, se debe a la acumulación de ciertas toxinas en la cadena alimentaria de los peces, y la pesca furtiva facilita que se sigan repitiendo casos. El último fue el pasado mes de diciembre, en el que hasta diez personas cayeron enfermas en Lanzarote tras dar cuenta de un mero enorme.