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Los etarras de México declararán en la Audiencia Nacional por sus diversas causas pendientes

   
Etarras detenidos en Mexico Juan Jesús Narváez Goñi, alias 'Pajas', e Itziar Alberdi,

Los etarras Juan Jesús Narváez Goñi, alias ‘Pajas’, e Itziar Alberdi a su llegada a España. | E.P.

EUROPA PRESS | Madrid

Los dos etarras detenidos este domingo en México, Juan Jesús Narváez Goñi, alias Pajas, e Itziar Alberdi, pasarán mañana a disposición judicial para prestar declaración en los diversos juzgados de la Audiencia Nacional donde mantienen causas abiertas por su pasado terrorista, han informado fuentes jurídicas.

Estas mismas fuentes precisaron que entre los dos suman inicialmente 19 causas pendientes en ese tribunal, cinco de ellas comunes, si bien algunas de ellas podrían haber prescrito tras haber permanecido huidos durante 22 años. El Ministerio del Interior informó de que escaparon tras la desarticulación de un comando de ETA, autor de 18 atentados en un solo año.

La detención se llevó a cabo a las 4.00 horas en la localidad mexicana de Puerto Vallarta (Estado de Jalisco) por agentes del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) de México, en colaboración con la Comisaría General de Información (CGI) del Cuerpo Nacional de Policía. Tras el arresto, las autoridades locales decidieron su expulsión y ambos terroristas llegaron a España en avión ayer lunes y quedaron bajo custodia policial.

Se encontraban viviendo en clandestinidad bajo identidades falsas. Según informaron a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista, él trabajaba como masajista y ella en un centro de yoga y prácticas de relajación oriental. En México convivían con sus dos hijos de 17 y 19 años de edad, es decir, que ambos nacieron después de que sus padres se fugasen.

LOS HIJOS DESCONOCÍAN EL PASADO DE SUS PADRES

De hecho, siempre según las mismas fuentes, los hijos -que también fueron trasladados a España- no tenían un conocimiento exacto de cuál era el pasado terrorista de sus padres y sus apellidos corresponden a las identidades falsas adoptadas por los terroristas que ya no tenían relación con las estructuras de la banda.

Tras su detención se han obtenido datos de su estancia en México y se ha comprobado que no pertenecían al colectivo abierto de refugiados de ETA, sino que estaban integrados dentro del denominado colectivo cerrado que no tiene relación con el resto de huidos.

Interior ha destacado que, con estas detenciones, la Comisaría General de Información “pretende recabar elementos que permitan el esclarecimiento de muchas de las acciones terroristas cometidas por ETA”, de ahí que se hayan llevado a cabo operaciones en el Reino Unido, Bélgica, Italia, Francia, Venezuela, Brasil y ahora México, todas ellas tras la declaración del cese definitivo de la actividad armada.

TRAYECTORIA EN ETA

Tanto Narváez Goñi como Alberdi Uranga fueron incluidos en la primera lista que elaboró la Unión Europea de los terroristas más buscados. Narváez Goñi (1961) es un antiguo colaborador del comando Nafarroa de ETA y del Ekaitz. Interior le atribuye entre otras acciones el atentado contra una tanqueta de la Policía Nacional el 17 de abril de 1982 con el resultado de un muerto y la colocación de un coche-bomba en Pamplona el 13 de abril de 1984 en el que murieron dos policías nacionales, así como el asesinato del capitán de la Guardia Civil Luis Ollo Ochoa el 27 de mayo de 1984.

Tiene un largo historial de huidas a países como Francia y también de detenciones y juicios. Integrante de los comandos itinerantes de ETA, fue identificado como uno de los dos terroristas que el día 13 de diciembre de 1991 entraron en una tienda del barrio de las Corts de Barcelona y acribillaron a balazos a los policías José Antonio Garrido Martínez y Francisco Javier Delgado González-Navarro.

Por su parte, Alberdi Uranga (1963), fue miembro del comando Madrid entre 1987 y 1990. Durante ese periodo se le atribuye su participación en numerosas acciones terroristas. Además, en 1991 formó parte del comando Ekaitz -al igual que Pajas- en el que participó entre otros atentados en el asesinato del catedrático Manuel Broseta Pons el 15 de enero de 1992.