Ejemplares de carabela portuguesa o aguaviva, en la costa güimarera. / DA
NORBERTO CHIJEB | Santa Cruz de Tenerife
Primero se dejaron ver en Granadilla, más concretamente en El Médano, después, al principio de esta semana, aparecieron en El Porís de Abona y ayer invadieron el litoral de Agache y El Puertito de Güímar, sin llegar aún a Candelaria. Las medusas o aguavivas están poniendo en jaque en estos días la paz de los bañistas de nuestras costas.
Así, el Ayuntamiento de Güímar, al detectar centenares de ejemplares de carabela portuguesa (Physalia physalis), decretó el cierre de todas las zonas de baño del municipio al menos hasta hoy, en el que se comprobará el estado de las playas y se decidirá prorrogar o suspender la medida.
El primer teniente de alcalde, Sixto Alfonso explica que el Consistorio tomó esta medida tras ponerse en contacto con el departamento de Sanidad Ambiental de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias, a pesar de constatar que en el centro de salud de Güímar que no constan pacientes con picaduras.
El concejal, médico pediatra de profesión, recuerda que la picadura de la physalia puede llegar a provocar reacciones graves en casos puntuales. Por este motivo, se ha decidido cerrar todas las zonas de baño del municipio, ya que todo el litoral güimarero está afectado, con la colocación de banderas rojas y avisos de cartelería.
Los tentáculos de la physalia están provistos de cápsulas urticantes que pueden paralizar a un pez grande y afectar seriamente al ser humano. Alfonso señala que las picaduras son muy dolorosas y, en ocasiones, pueden ser mortales para personas alérgicas, por lo que pide a los ciudadanos que no las toquen bajo ninguna circunstancia, aunque parezcan muertas en la arena. La neurotoxina secretada por sus tentáculos tiene una alta toxicidad.
Asimismo, Alfonso señala que no es la primera vez que centenares de aguavivas llegan a la costa del municipio por estas fechas, un hecho que se produjo también en 2012.