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Nueva oleada en las Islas de turistas que se estrellan con el parapente

   

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

Nueva oleada de turistas que se estrellan cuando practicaban parapente en las Islas. A pesar de que no son pocos los visitantes de Canarias que han perdido la vida en el Archipiélago a cuenta de esta modalidad deportiva, lo cierto es que su práctica sigue siendo un agujero negro en nuestra seguridad. Otra prueba más de ello es la enésima oleada de siniestros de estas características, durante la cual se han producido ya accidentes en las Islas de La Palma, Gran Canaria y Tenerife. En estos tres casos se han producido lesiones de distinta consideración, pero al menos podrán contarlo.

Con respecto al más cercano en el tiempo, tuvo lugar en la tarde de ayer en Adeje, un municipio que se ha significado en los últimos años por este tipo de percances. Se trata de un alemán precipitado poco después del mediodía en la zona del pico El Roque y que felizmente solo presenta una lesión leve en una pierna, aunque hubo que movilizar al helicóptero del GES para su rescate.

El inmediatamente anterior no tuvo tanta suerte y vino a dar contra unos apartamentos de la calle Roma en Playa del Inglés (Gran Canaria). Se trata de un peninsular al que, en primera instancia, se le diagnosticó un traumatismo en la espalda de carácter menos grave.

El tercero que nos ocupa, el sábado pasado en La Palma, fue otro turista, este de origen ruso, quien vino a dar contra el suelo en Puerto Naos, presentando en el momento inicial de la asistencia traumatismo costal y en miembro inferior de carácter menos grave y requiriendo de nuevo evacuación aérea.

Lo cierto es que desde que se aplica desde el Gobierno de Canarias la tasa por rescates que encuentran su origen en imprudencias y/o negligencias, es el parapente la práctica deporte que más expedientes genera, por encima incluso del conjunto de los deportes acuáticos, tal y como destacó en su día la propia Dirección General de Seguridad y Emergencias. Es más, solo se ha cobrado dicha tasa en dos ocasiones: la primera fue por accidente de equitación y la segunda, como ya se imaginan, por un siniestro con parapente.
Los especialistas de las Islas llevan tiempo alertando de estas peligrosas prácticas que van sumando lesiones y, lo que es peor, muertes, la última, en diciembre del año pasado.