Pedro Suárez: “Llevo la mochila ordenada y no me pesa la carga”

La catedral de La Laguna está restaurada de milagro. Una década después, la fe ha obrado la conversión de los incrédulos. El concejal Pedro Suárez rinde culto a la divina comedia.

-¿Dónde están los patos?

“Yo he visto alguno por la calle de la Carrera [risas]”.

-Se montó un cirio con la visita de Wert…

“Sin duda. El otro día se colocaron unas corbatas verdes para protestar contra la ley de educación y lo curioso es que [el eurodiputado del PP] Pablo Matos la llevaba del mismo color [risas]”.

-¿Son muy de votos?

“Sí. Creo que Javier Abreu [primer teniente de alcalde, del PSOE] en vez de agua con gas ahora pide agua bendita [risas]. Y un cafecito”.

-Aquí se podría celebrar un Consejo de Ministros extraordinario para implorar la intervención celestial…

“Un Consejo de Ministros no, una sesión parlamentaria”.

-También…

“Después los bendecimos a todos con agua bendita y habrá que exorcizar a más de uno [carcajada]”.

-¿A quién?

“Bueno, no quiero dar nombres”.

-¿Qué ha cambiado en la catedral?

“La catedral antigua llegaba hasta arriba, hasta la columna de piedra, y a partir de ahí todo es nuevo”.

-Más de diez años cerrada, ¿no?

“Doce años. Lo último que celebré en la catedral fue la Primera Comunión de mis hijos. Lo más que recuerdo es que Pedro llevaba los zapatos de un amigo, le quedaban grandes y la madre se empeñó en que se los pusiera. Desfilando por la galería, veo que él mira hacia atrás y era que se había dejado un zapato. ¡Estaba con una calentura!”.

-¿Qué encuentras aquí?

“Yo participo en la Semana Santa con mi cofradía, que tiene un cuarto allí, donde está el Señor de la Cañita”.

-Una reforma eterna…

[Sonrisa cómplice] “Cuando llegó el PP al Gobierno, el obispo y don Julián se pusieron en contacto tanto conmigo como con Antonio Alarcó porque había un poco de reticencia en el ministerio y tal. En una de esas reuniones del partido abordamos al secretario de Estado, José María Lasalle. Al principio no estaba muy convencido, pero empezamos a machacar y la verdad es que se solucionó todo con mucha imaginación. No fue fácil”.

-¿Tantos cargos no son una carga?

“Una carga auténtica, pero uno sabe distribuir bien la mochila. Llevo la cantimplora por un lado, la tortilla por el otro… Y no se me desordena demasiado [se parte de risa]”.

-Concejal…

“Presidente local [del PP en La Laguna], secretario insular, portavoz del grupo popular en el Ayuntamiento y consejero del Cabildo”.

-Me hago cargo. ¿Qué piensas de las incompatibilidades?

[Risa socarrona] “Las incompatibilidades van en función de las personas. Quien se carga de tantas responsabilidades y no delega fracasa seguro”.

-¿Pesan más que las convicciones?

“No, no… Si pones los cargos y las convicciones en una balanza, el fiel ni se mueve. Pesan exactamente igual”.

-¿En qué personaje bíblico te gustaría encarnarte?

“Depende de para qué [lo que sigue es irreproducible]”.

-¿Algún pecado inconfesable?

[Por el tono, sospecho que cruza los dedos] “Ninguno”.

-¿Vicios? ¿La política?

“Tampoco. La política es una virtud”.

-¡Ay, Dios! ¿Cuál es la palabra que más usas cuando no hablas de política?

“Deporte”.

-Han inventado una lengua electrónica que identifica las marcas de cerveza…

“Yo soy un purista. A mí me encanta utilizar la lengua para… [Como sea para lo mismo que yo, que aproveche y se confiese]”.

-¿Qué inventarías tú?

“Una comida de esas sustanciosas que, por supuesto, no te recomienda ningún cardiólogo y que sea saludable. Una fabada estupenda con chorizo grasiento, un puchero… Sería un estómago electrónico [se golpea la panza]”.

-¿Tu mayor atrevimiento?

“Soy bastante prudente, aunque algún disparate habré cometido. El problema es que no siempre se entienden mis bromas”.

-¿Qué harías si no fueras político?

“En mi familia hay muchos médicos, así que…”.

-¿Qué enfermedad social diagnosticas en un santiamén?

“La estupidez”.

-¿Las discrepancias en el Partido Popular son vox pópuli?

“No hay ningún tipo de discrepancias”.

-¿Lo de Vox, entonces?

“¿Te refieres a Vox Bunny?

-La procesión va por dentro. Esta Semana Santa será muy distinta…

“Te voy a decir una cosa. Nuestra cofradía sale los miércoles y, después, el hermano mayor nos invita a una copa. Ahí recolecto chistes para contar durante todo el año”.