La desaladora de Las Galletas fue inaugurada en 2006 y costó 5,2 millones de euros. | DA
NICOLÁS DORTA | Arona
La desaladora de Las Galletas prevé volver a funcionar a lo largo de estos días, si todo va bien, tras el reciente robo de los cables de cobre y que ha paralizado una instalación fundamental para el riego agrícola. Los cables se han traído a contra reloj de Gran Canaria y ayer estaban instalándolos, explicó el que fuera presidente de la comunidad de regantes de Las Galletas, Dionisio Rocha, ahora concejal en el Ayuntamiento de Arona.
El Cabildo, que intervino en un 25% para la financiación de esta infraestructura, inaugurada en 2006 y que costó 5,2 millones de euros, se puso ayer en contacto con los regantes para prestarle su ayuda, aunque parece ser que todo está solucionado y los afectados, más de cien agricultores, no han tenido que acudir a otros embalses para disponer de agua.
El consejero de Aguas del Cabildo, Jesús Morales, calificó la situación de alarmante, no solo por este hecho puntual sino por “los numerosos robos que se están produciendo en las infraestructuras hidráulicas”. “Hemos solicitado a la Subdelegación del Gobierno anteriormente que tome cartas en el asunto, porque en galerías y pozos también ha ocurrido esto”, subrayo Morales.
El hecho de poner una vigilancia privada no sería viable económicamente, dicen los regantes, y por eso están buscando otras formulas. Rocha asimismo ha confirmado que las pérdidas ascienden a 15.000 euros más las reparaciones, y que los ladrones ha arrancado cables por tramos de cuarenta metros.
“Afortunadamente, nos hemos organizado bien y pronto hemos reparado el daño. Esperemos que no se vuelva a producir”, agregó Rocha. La desaladora de Las Galletas o La Estrella abastece con agua de mar a más de 300 hectáreas de territorio agrícola, especialmente plátano, que abunda en esta parte baja del municipio.