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DE REFILÓN >

Willy García – Por Cristina Molina

   

El Parlamento de Canarias, que todavía se recupera de la insolencia del director de Radiotelevisión Canaria, ha aprobado pedir al Estado que autorice la consulta sobre las prospecciones. Lo urgente es el paripé de la consulta. Lo importante es que “la política contamina más que el petróleo”. Esta última polémica se podría haber evitado si alguien le hubiese recordado a Willy que los parlamentarios, a los que dejó anonadados con su altanería, han sido elegidos democráticamente. Antes de abrir la boca ya goza de menos legitimidad por haber sido elegido por recomendaciones. Por embarazoso que resulte, sería conveniente que alguien le recordara a Willy que las personas que vertebran este sistema no son personas como él sino los que han estudiado y competido por una plaza. Hay muchas formas de llegar lejos en la vida. En particular, yo no estoy de acuerdo en subir a un estrado y dar un micrófono a quienes han llegado lejos no principalmente por méritos propios. Precisamente porque se acaban creyendo que mandan a pesar de ser ellos unos mandados, que tienen cuotas de poder como consecuencia de cuotas de bazofia televisiva. El resultado es una sociedad canaria que mira al televisor con “los ojos como chochos” y se pregunta quién se habrá creído que es. No nos coge por sorpresa, ya nos preguntábamos lo mismo del presidente. En general, las televisiones autonómicas son el botín del partido que gana las elecciones. En Canarias, como unos y otros han interiorizado que Coalición Canaria es “la llave”, gobiernan y gobiernan hasta el infinito y más allá. No es una cuestión personal, sobra decirlo, es la impotencia de una sociedad que se pregunta por qué tiene que aguantar que el director de su televisión nos considere “verbeneros” y que esta misma persona forme parte ahora del Consejo Canario de la Cultura. Si no nos merecemos a estos políticos, cuánto menos nos mereceremos a sus recomendados.

@cristination_