El matrimonio Huber y González Cejas inauguraron la original finca de esculturas. / DA
DIARIO DE AVISOS | Granadilla
Una simbiosis entre la unión del arte, la naturaleza, la arquitectura y el respeto al medio ambiente con el fin de conservar y preservar para las generaciones futuras un legado cultural único en el mundo, podrÃa resumir el espÃritu con el que nació el Parque de Esculturas de Los Cardones, en San Isidro (Granadilla de Abona), perteneciente a la Fundación Gernot Huber. La nueva oferta artÃstica fue inaugurada oficialmente ayer por el alcalde, Jaime González Cejas; el expresidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior; el cónsul alemán en Santa Cruz de Tenerife, autoridades locales e insulares, asà como el secretario de la fundación, Orlando Mora, y el fundador Gernot Huber y su esposa, Ina Huber, entre otros.
Jaime González trasladó sus felicitaciones a los promotores de este espacio en el que se combina la armonÃa del arte y la arquitectura con la naturaleza endémica, lo que supondrá un atractivo cultural diferente y único para el municipio en particular y el Sur en general, y en el que se reúnen trabajos de importantes artistas locales y de ámbito internacional. Además, el mandatario local les hizo entrega de un obsequio a los promotores del proyecto y comunicó que la vÃa de acceso al parque llevará el nombre del fundador.
La finca, de 80.000 metros cuadrados, cuenta con más de 100 esculturas, algunas de ellas monumentales, realizadas con materiales propios de la isla, tales como la piedra y la madera y, en algunos casos, acero y vidrio. Todos los diseños se encuentran interconectados por una red de caminos de más de 2.000 metros de longitud en plena armonÃa con el entorno. Las obras se ubican alrededor de la residencia del fundador construida con toba volcánica que conforme al diseño de su propietario aúna el viejo estilo de construcción canario y la vida y el trabajo moderno, en medio de la naturaleza salvaje sobre una loma volcánica entre vegetación y desde donde se divisa el Teide y la Montaña Roja. Muchas de las esculturas son cinéticas, por lo que son movidas por el viento, una forma espectacular de desarrollar el arte.
Los fundadores constituyeron esta fundación cultural con el propósito de promover el arte y la cultura a jóvenes artistas mediante becas con el objeto de mantener vivo el legado de la fundación sin ánimo de lucro.