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Contrastes matutinos – Por César Martín

   

Esta mañana he tenido que acudir a la capi y aproveché mi estancia para darme un paseo por sus calles y edificios más emblemáticos. Fue un recorrido de contrastes muy marcados. He visto gente triste. He visto gente alegre. Los tristes caminaban cabizbajos por las aceras de la rambla sin sentido aparente. Alguno solo llegaba al final y regresaba de vuelta. Disfrazados de ejercicio cardiovascular gastan las horas de la mañana. Pocos beneficios físicos, esos corazones están llenos de pesadumbre desde hacía tiempo, pero la excusa para no quedarse apoltronado en el sofá era perfecta.

En el trayecto algún bisbiseo, pequeños balbuceos que no definen ninguna palabra. Quieren rebelarse, pero sin fuerza ya, clavan la mirada en la acera. Lograron arrancarles la fuerza. No importa ya si la represión aprieta más fuerte, ya la resistencia se resquebrajó, ahora llueve sobre mojado. La escena tenía aire a Tudo isto é fado, cantado por Amália Rodrigues; almas vencidas, noches perdidas… Los alegres continúan su carnaval en sus edificios de cristal ahumado. El de ellos no empezó en febrero, vienen continuando la fiesta desde hace muchos años. En su cómodo sillón de piel han engordado al personaje. Igual al principio no encajaban en el perfil, pero la maestría del que ensaya a diario tiene sus frutos. Ahora ya clavan el papel. Disfrazados de traje y corbata sonríen, aprietan manos, tienen comentarios elocuentes, saben posar, firmar con estilo y recibir las alabanzas. Es el poder de la máscara que les permite ser lo que les da la gana. Su mundo es de cartón y purpurina. A ellos no les importa, en mantel de tela se come mejor, el buen vino tapa los sinsabores rancios y desde la terraza del ático siempre se puede mirar a otro lado. La escena tenía aire a Yellow Submarine cantado por The Beatles; llevamos una vida fácil, tenemos todo lo que necesitamos… Al mediodía he regresado al norte y he procedido a engalanarme con un plato de judías y una cuarta. En ello me encuentro mientras escribo. Mejor respiro hondo para no reventar.

@cesarmg78