Felipe Sahagún, periodista experto en política internacional. | FRAN PALLERO
VICENTE PÉREZ | Santa Cruz de Tenerife
La humanidad está sacudida por una vorágine incesante de conflictos difíciles de seguir y entender. Felipe Sahagún lleva décadas dedicado a esta labor divulgativa y pedagógica, como periodista experto en política internacional y profesor de Relaciones Internacionales en la Facultad de Ciencias de la Información de Madrid. Además, es miembro del Consejo Editorial de El Mundo. La pasada semana participó en Tenerife en unas jornadas organizadas por la Asociación de Periodistas Europeos (APE).
- ¿Hasta qué punto el creciente euroescepticismo puede hacer tambalear a la Unión Europea?
“Se trata de un problema que los políticos deberán afrontar. España le debe mucho, como el 1% del PIB anual durante más de 20 años, sin contar el nivel de libertades, pues veíamos en Europa el camino de la prosperidad y la democracia, y creo que se consiguió. Ahora hay una crisis y se ha echado la culpa a Bruselas, cuando hay que reconocer que España se endeudó muy por encima de su capacidad”.
- El conflicto del Sahara Occidental está enquistado.¿Le ve usted alguna salida posible?
“Es un conflicto tapado por otro regional mucho más importante, que es el enfrentamiento entre Marruecos y Argelia. Para Marruecos, además, el Sahara Occidental se ha convertido en causa de legitimidad del régimen, que ha hecho bandera de la reintegración de ese territorio, por lo que, pese a firmar el acuerdo de paz que preveía el referéndum, ha visto que con el único censo que había, lo perdía”.
-¿Pero hay solución sin guerra?
“La pregunta es ¿qué nos interesa: provocar una crisis interna en Marruecos? Si se resuelve por la fuerza, tendría el Polisario que recuperar el apoyo de Argelia, de otros países africanos y de grandes potencias. Por otro lado ¿sería estable ahora en el Sahara un país independiente no integrado en una área regional que garantice la estabilidad, la paz, la seguridad, el control de fronteras… tal como está hoy en día el Sahel?
- ¿Y las violaciones de los derechos humanos que denuncia el Frente Polisario?
“Es una vergüenza lo que se ha hecho con el pueblo saharaui en ese sentido. No se quiere poner al monarca marroquí en una situación de riesgo”.
- ¿Qué efectos geopolíticos podría entrañar la explotación de hidrocarburos frente a Canarias?
“Con Marruecos existen muchos conflictos que se están gestionando de aquella manera, pagando mucho dinero, como en el caso de la pesca, por la UE. Pero seguimos sin un acuerdo de fronteras marítimas, que es muy importante. No se quiere tocar ese tema, pero Marruecos ha hecho concesiones para buscar hidrocarburos y España también lo quiere hacer, sin ningún tipo de consulta, y eso tarde o temprano puede generar conflictos. Lo lógico sería que se negociara de una vez un acuerdo marítimo entre ambos países. Pero desde el punto de vista geoestratégico, en la mayor parte de los países productores, el petróleo o gas no ha beneficiado en casi nada a la mayoría de la población. Eso no quiere decir que si aquí se gestiona bien como en Noruega podría tener efectos benéficos para la población. Es una riqueza y lo lógico es sacarla, y que la exploten los que viven en ella, no alguien que viene de fuera”.
- ¿Hay riesgo para Canarias por la presencia Al Qaeda en el Sahel?
“Al Qaeda, con la sucursalización del movimiento yihadista, se ha implantado en el norte de África y Sahel, Somalia, Norte de Nigeria, Yemen y las dos guerras de Irak y Siria. Algunos yihadistas han vuelto de esas guerras y vienen con formación para cometer atentados cada vez más graves. También están la desestabilización, estados fallidos, descontrol de fronteras y en Sahel la imposibilidad de discernir si son grupos criminales, narcotraficantes, de trata de inmigrantes, descontentos locales por situación económica… El caso más peligroso ahora es el de Niger, o en el Norte de Nigeria. En Mali, ha tenido que ser Francia, con aliados como España, la que ha intervenido para estabilizar provisionalmente la situación. Siguen los secuestros de barcos en el Golfo de Guinea, que afectan a la ruta hacia Canarias. Todo lo que sea promover el desarrollo de los países africanos será beneficioso porque reducirá el riesgo, pero siguen guerras, golpes militares… Y China ha entrado de forma masiva en África, sin poner condiciones democráticas. Ahí tenemos una batalla estratégica para todo el siglo XXI”.
- ¿Hacia dónde va Venezuela?
“El desastre de la gestión del bipartidismo acabó explotando, y abrió el camino a un populista como Chávez, que trató de consolidar y concentrar el poder, acabar con la separación de poderes, confundiendo estado y movimiento chavista, destruyendo el estado y convirtiéndolo en un régimen populista y personalista. El dinero del petróleo se usa en programas sociales que a medio o largo plazo no reportan nada a la riqueza del país, y acaba echando a Venezuela del mercado financiero en manos de China, pues subsiste con los créditos que le da el gigante asiático a cambio de energía. Con Maduro se ha notado que este proceso está en declive; así lo ha visto la oposición y eso ha llevado a la movilización, con evidente apoyo exterior. ¿Tienen derecho los venezolanos conservadores de centro derecha a pedir ayuda en EE.UU., México, Perú o Colombia para acabar con el régimen sucesor de Chávez, algo que no han logrado en las urnas? No. La clave es el ejército: si sigue unido detrás de Maduro, esto puede prolongarse años. Y clave también el régimen cubano… Pero veo que está habiendo más violencia política, que no la había antes. Pero para que haya choque guerracivilista debe haber una división del ejército, y no se ha llegado a ese punto, y tampoco se han roto los acuerdos de suministro de petróleo a EE.UU.”.