Guía de Isora asegura que no verá peligrar sus futuros hoteles de lujo por el recurso contra ley turística

NICOLÁS DORTA | Guía de Isora

El municipio de Guía de Isora sigue manteniendo su misma filosofía en su apuesta por el turismo de lujo. No verá en principio peligrar sus futuras inversiones de hoteles cinco estrellas por el recurso de inconstitucionalidad contra la Ley de Renovación y Modernización Turística de Canarias, pues “aunque hay cierta incertudumbre por parte de nuestros inversores, se mantiene la idea inicial”.

Así lo ha manifestado hoy el concejal de Turismo de Guía de Isora, Héctor Gómez, ante las recientes declaraciones en La Opinión de Tenerife del consejero insular de Carreteras y Paisaje, José Luis Delgado.

Delgado decía que dos inversores del extranjero habían decidido frenar sus proyectos para construir sus respectivos hoteles de cinco estrellas en los municipios de Guía de Isora y Adeje hasta que la situación se aclarase.

Gómez apunta que los proyectos de cinco estrellas en el municipio están avanzado y que en la zona de Playa San Juan, donde irá uno de eso complejos de lujo, “ya está aprobado el Plan Parcial y se mantiene la actitud inicial de seguir adelante”.

El concejal afirmó que la apuesta en este municipio tinerfeño es seguir construyendo hoteles de cinco estrellas lujo (ya tiene dos, como el Abama y el Palacio de Isora) y considera un error el recurso presentado por el Gobierno del Estado contra esta Ley, que da vía libre a los complejos cinco estrellas y frena los de cuatro y tres, solo con opción a ser remodelados.
“Veremos a ver cómo se desarrolla este recurso, pero creo que en Canarias tenemos oferta suficiente de hoteles de cuatro estrellas para seguir construyendo más”, añadió el edil de Turismo.

“Nosotros tenemos suelo destinado para esas futuras inversiones y hasta el momento se mantienen nuestros objetivos, que es tener una planta alojativa de máxima calidad, pues es lo que nos permitirá ser más competitivos”, insistió el edil, quien añadió que islas como Fuerteventura y Lanzarote, se verían perjudicadas por la proliferación de hoteles de cuatro estrellas si este recurso prospera.