JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife
El ingreso de un paciente en la Unidad de Vigilancia Intensiva (UVI) es uno de los episodios más complicados de toda la asistencia sanitaria, no solo por las patologías que tratan, sino por lo traumático de la experiencia que padecen las familias de los afectados. Por este motivo, el año pasado el Hospital Universitario de Canarias (HUC) puso en marcha un proyecto piloto y pionero en España de apoyo y asistencia psicológica a pacientes, familiares y profesionales de UVI, que tras su aprobación por el Comité Ético de Investigación Clínica del centro se ha implantado para, al menos, los dos próximos años.
En la iniciativa, en la que colaboran el Servicio de Medicina Intensiva del HUC y el Departamento de Psicología Clínica de la Universidad de La Laguna (ULL), participan más de un centenar de profesionales, entre médicos, enfermeros, auxiliares y psicólogos, dirigidos por la doctora María Luisa Mora y la psicóloga Livia García. En el último año se beneficiaron del mismo unas 900 personas, que recibieron una atención integral y diaria durante todo el proceso en el que estaban inmersos.
“Normalmente vinculamos la asistencia y el apoyo psicológico a situaciones de catástrofe, cuando en el día a día se producen muchas catástrofes individuales para las familias y los pacientes de este servicio”, explicó al DIARIO la jefa de servicio de Medicina Intensiva del centro hospitalario, María Luisa Mora, quien reconoció que “el objetivo es atender toda la esfera del enfermo, según el perfil de cada paciente, sus circunstancias y entorno familiar, que son importantísimos para la prestación sanitaria”.
“Se trata de analizar las variables de tipo psicológico que afectan la percepción de calidad y aceptabilidad de la Unidad de Cuidados Intensivos en pacientes, familiares y personal sanitario, medir la satisfacción de los usuarios, explorar si en este ámbito se da la toma de decisiones compartida y cómo es entendida esta por los distintos colectivos y estudiar las opiniones de pacientes sobre el tratamiento recibido, entre otros”, denotó la doctora Mora, quien recalcó que la iniciativa “también contempla el análisis de factores de personalidad que pueden estar modulando la percepción de las variables anteriores, como la ansiedad y la depresión, así como la intervención con familiares y las estrategias de afrontamiento, apoyo psicológico ante el reconocimiento y aceptación situación actual y la elaboración de emociones (el posible duelo).
La iniciativa, que es la única de estas características que se está llevando a cabo en estos momentos en los hospitales españoles, también pretende “que todo lo que se ofrece al paciente y sus familias lo puedan poner luego en práctica cuando sean dados de alta y estén en sus casas”.
“El proyecto durará en principio dos años, aunque esperamos seguir aprendiendo del día a día, y en este sentido analizaremos los resultados que obtengamos para continuar con esta iniciativa, sin fecha de caducidad, y en pos de la mejora continua de nuestro trabajo”, concluyó María Luisa Mora.