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muerte del presidente que lideró la transición > reacciones en canarias

La huella de Suárez en Tenerife

   
Adolfo Suárez Garachico

Suárez, durante la inauguración de la avenida marítima de Garachico, que lleva su nombre, en 1981. / DA

VICENTE PÉREZ | Santa Cruz de Tenerife

El exalcalde garachiquense Lorenzo Dorta tuvo la suerte de conocer muy de cerca Adolfo Suárez, con quien mantuvo una amistad desde los años en que fue regidor municipal por la UCD. El fallecido mandatario es hijo adoptivo de Garachico (título que recogió personalmente en la villa), en agradecimiento a que cumplió con las inversiones estatales que le pidió este Ayuntamiento en la visita que hizo en 1978: el túnel de Las Aguas, la avenida marítima y el puerto (aunque esta obra se paró cuando Suárez perdió el poder).

“La última vez que hablé con él fue cuando, siendo consejero del Cabildo, se le concedió la Medalla de Oro de Tenerife; le llevé el acuerdo escrito, y quedó de poner fecha para venir a recogerla, pero la enfermedad de su hija y la de su mujer, y luego la suya propia, lo impidieron”, evocó ayer quien durante 18 años fue alcalde de Garachico.

“Cuando dejó la presidencia”, rememora Dorta, “lo invité a que viniera a descansar a Garachico y aceptó; recogió el título de Hijo Adoptivo y se quedó cuatro días en la Casa de los Ponte. Allí hablé largo y tendido con él, y luego en Madrid nos vimos varias veces, así como en Venezuela, en la toma de posesión de Herrera Campins; después ya fueron contactos con él por teléfono, y finalmente seguí su estado de salud a través de sus hijos”.

El exregidor de UCD y ATI, y exconsejero insular ya con CC, opina que Suárez “fue una persona encantadora y cautivadora, sencilla y muy humilde, con gran sentido común, y tal vez por eso las peleas que tuvo en el Gobierno con los intelectuales y personajes que tenía a su lado”. “Pero hoy todos le reconocen que fue un gran político, al que debemos la transición pacífica, pues tuvo mucha mano izquierda, al punto de que reconoció al Partido Comunista”, apostilló Dorta, haciendo, tal vez sin querer, un juego de palabras sobre una decisión que resultó clave para dar la puntilla al régimen franquista.

El expolítico tinerfeño se identificó con el deseo de cambio que lideró Suárez: “Fui alcalde en tiempos de Franco, pero yo no era franquista; hacía actividades culturales y recreativas y el gobernador civil de entonces me obligó a ejercer este cargo público; pero si se querían cambiar las cosas, no había otra fórmula que desde dentro”.

Adolfo Suárez Garachico

Lorenzo Dorta toma la palabra ante Adolfo Suárez. | DA

Con Garachico prometió y cumplió

Suárez hizo popular la frase “puedo prometer y prometo”. Con Garachico cumplió sus promesas. Fue recibido en loor de multitud en dos ocasiones en esta villa. En la primera, en 1978, fueron 10.000 personas las que fueron a saludarlo. Les prometió tres obras, y cumplió, al punto de que fue nombrado Hijo Adoptivo del municipio. En 1981 inauguró la avenida marítima que lleva su nombre, en otro acto que fue multitudinario.

REACCIONES

Adolfo Suárez  Lorenzo Olarte

Lorenzo Olarte durante un acto con Suárez. | DA

Olarte: “Logré que viajara a las siete islas y tuviera una idea clara de lo que eran”

Lorenzo Olarte estaba ayer triste. El expresidente del Gobierno canario fue consejero de Adolfo Suárez cuando era jefe del Ejecutivo estatal. “Me he pasado la mitad de mi vida muy cerca de él, fue un ser absolutamente irrepetible al que los políticos actuales deberían imitar su capacidad de diálogo y moderación”, manifestó el abogado grancanario. Olarte recordó que él fue ponente de la Ley de Reforma Política “en la que las Cortes franquistas se hicieron el haraquiri”. “Ese día”, rememoró, “Suárez me dio un gran abrazo y me dijo que qué quería en agradecimiento; yo le dije que embajador en Venezuela, pero luego me pidieron que no me fuera y me quedara, y logramos 11 de los 12 diputados canarios en las primeras elecciones, con la UCD”.

El fundador del CDS y cofundador de CC apuntó que logró de Suárez “algo insólito: que viniera a Canarias, y en seis días agotadores conoció las siete islas y casi todos los municipios; por lo que se fue a la Península con una idea bien clara de lo que éramos y de nuestras necesidades”. Olarte reconoce que la dimisión de Suárez le cogió por sorpresa, y que se debió a varias razones: “Porque percibía que el rey ya no lo apoyaba como al principio; porque la oposición se ensañó con él, salvo Carrillo, y porque se cansó de tener el enemigo en casa, por la lucha tremenda entre los barones de su propio partido, la UCD”.

Paulino Rivero: “Desaparece el mayor referente en 4 décadas”

Rivero destacó ayer, en declaraciones recogidas por Europa Press, que era un día “difícil y triste” para España porque “desaparece la mayor referencia de los últimos 40 años”. Resaltó cómo Suárez contribuyó de forma “decisiva” al tránsito de una dictadura a una democracia, algo que “supo hacer con habilidad, sentido común, mucha generosidad y evitando la confrontación entre las dos Españas”.

Dolores Padrón: “Desactivó la dictadura y guió a la democracia”

El PSOE canario expresó su gran pesar y tristeza por la muerte de Suárez, pues “gracias a su carácter conciliador, valentía y sentido de Estado supo desactivar la dictadura y guiar a España hacia la democracia”. Padrón añadió que “hoy la ciudadanía en general y las mujeres en particular sufrimos un retroceso de derechos y libertades como no conocíamos desde la Transición”.

José Miguel Bravo de Laguna

Bravo de Laguna recordó que estuvo con Suárez en la transición política, como diputado en las Cortes en 1977, “en todo el proceso constitucional para salir de un régimen autoritario hacia la democracia”. Destacó que Suárez “fue una figura política importantísima”, pese a que “en su momento no se valoró suficientemente su capacidad y su valor político”.