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“Las mujeres nos estamos quedando fuera de la nueva sociedad”

   

Por Verónica Martín

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Fotos de JAVIER GANIVET

Milagros Luis Brito es una mujer. Mencionar su género puede parecer una obviedad pero hoy que se celenbra el Día Internacional de la Mujer es uno de los aspectos que más hay que señalar de ella misma. Hace política como mujer que es; habla de la actualidad desde la perspectiva de género y no se olvida ni del techo de cristal ni de la discriminación laboral en su discurso. Milagros Luis Brito es en la actualidad vicepresidenta de la Zona Especial Canaria (ZEC), un cargo al que llega después de más de 15 años dedicada a la vida pública: ha sido desde diputada hasta consejera de Educación, pasando por la Viceconsejería de Medio Ambiente o varios cargos en el Cabildo de Tenerife y en el Ayuntamiento de Puerto de la Cruz.

-¿Demasiados años en política?
“He estado en todo: gobernando en el Ayuntamiento de Puerto de la Cruz, en la oposición; en el Parlamento de Canarias, lo que compatibilicé con la Viceconsejería de Medio Ambiente; en el Gobierno en Educación… suficiente para salir…”.

-¿No considera la vicepresidencia de la ZEC como un cargo político?
“Estoy nombrada por el Consejo de Ministros, a propuesta del Gobierno de Canarias, pero es distinto porque en este puesto no tienes capacidad de decisiones políticas, es un cargo más de gestión”.

-¿Ese suficiente qué significa? ¿Se baja?
“Significa que hay que oxigenar ideas y cabezas. En este tiempo ininterrumpido en la política el mundo ha cambiado. Es el momento de repensar y cuestionar cosas en lo personal y en lo colectivo. Tuve puestos de responsabilidad y en el partido -Coalición Canaria- hasta 2011. En el último congreso me bajé de las responsabilidades en la Ejecutiva Nacional del partido… El mundo sobre el que hay que tomar decisiones en 2014 no tiene nada que ver con el mundo en el que empecé… Hace falta parar, pensar y oír”.

-¿Y qué ha escuchado en este parón?
“He escuchado angustia, decepción, expectativas, ilusiones distintas… y es normal porque el proceso de cambio no solo tiene que ver con la crisis económica. Además, ahora es más fácil escuchar que en el 95 cuando empecé. Afortunadamente -y lo digo con todas las consecuencias- el mundo es más transparente. Con las redes sociales, las empresas u organizaciones sociales pueden explicarse mucho mejor y directamente”.

-Es usted de las personas más revindicativas desde la perspectiva de género de su partido. ¿Para seguir en política siendo mujer hay que luchar mucho?
“Es imposible vivir en una estructura de un partido político siendo mujer si no es peleando constantemente para que las decisiones que se tomen se hagan pensando en que hay dos mitades en esta sociedad: dos talentos y dos inteligencias. Parte de los errores que seguimos cometiendo en esta tierra es por no sumar distintas inteligencias. Hace unos días pudimos ver el encuentro más importante de tecnología móvil donde solo un 2% de los ponentes eran mujeres, mientras que ellas formaban parte del 98% de los oyentes. Sin embargo, siguen siendo azafatas o camareras en los catering… nos estamos quedando fuera también de la nueva sociedad de la comunicación y eso es grave”.

-Hace 15 años se nos decía que era una cuestión de generaciones, que cuando las mujeres más formadas llegáramos a una edad determinada habría igualdad de forma natural pero… seguimos sin estar casi en puestos directivos. ¿Por qué?
“No, porque se puede avanzar jurídicamente -que es un decir, a tenor de algunas leyes que están en tramitación ahora- pero hay que dar un paso en la construcción de la igualdad de forma natural. Eso sigue sin darse, pues con las cuotas solo no vale. Si tomamos los últimos 20 años y estudiamos los líderes políticos y económicos en todos los ámbitos, son todos hombres. En CC la única mujer con una trayectoria consolidada y mantenida en el tiempo es Ana Oramas… Son mundos complejos en los que no vale entrar y salir porque requieren de procesos de consolidación. Se puede respetar la cuota femenina pero sin mantener a la persona concreta es difícil llegar a ciertos puestos. Seguimos viviendo en el mundo de las trampas y de cargas simbólicas”.

-¿Por qué nos quedamos fuera? ¿Por qué no hay ministras de Economía en España?
“No es porque no haya mujeres preparadas. Luego, los hombres dicen que es porque nosotras no queremos porque lo que nos ofrecen no nos interesa. Nosotras valoramos otra serie de cosas que son importantes para el funcionamiento equilibrado de la sociedad. Nos quedamos fuera del modelo económico de la Revolución Industrial y nos estamos quedando fuera del actual. Hay que hacer más esfuerzos por estar presente en la política, en los medios, en los parques científicos tecnológicos… en las distintas estructuras que van haciendo el desarrollo de esta sociedad y ahí nos sigue costando enormemente entrar”.

-¿Qué pesa más, el techo de cristal o los acuerdos de whisky y puro?
“No nos dejan entrar en esos círculos porque todavía la toma de decisiones tiene lugar en zonas no diseñadas para nosotras”.
-El problema de este tipo de discursos es que se nos diga que somos unas lloronas y que en realidad no estamos porque no somos competitivas…
“Yo quiero competir con quien quiera. Estoy dispuesta a medirme con cualquier hombre que haya ocupado los mismos puestos que yo. El problema es que a ellos se les presupone la capacidad y a nosotras, no. ¿Por qué para que se me respete tengo que ir con la escopeta cargada y a ellos por ir a mediodía a comer con un whisky se le presupone su valía? Mientras las reuniones sean a las nueve de la noche y con copas, no entraremos en ese mundo. Este modelo no me intensa”.

-¿Aún ocurre eso? Suena bastante casposo…
“Es absolutamente real. Lo que pasa es que es muy peligroso decirlo porque la estructura dominante le ha dado un barniz de apariencia de igualdad. Las mujeres ya tenemos la misma cualificación que los hombres pero relación desigual sigue imperando. A veces, se hacen listas electorales y les tienes que recordar la paridad. En el Gobierno cuesta que se entienda que plantear la perspectiva de género es mucho más que hacer planes contra el maltrato. La tecnología nos va a ayudar mucho, nos queda un enorme recorrido…”.

-Hablando de su responsabilidad en la ZEC, se van a cumplir casi 20 años pero quizá no ha dado los frutos que se esperaban con su nacimiento, ¿es así?
“Bueno, se crea en el 94 pero no arranca realmente hasta 2001. El problema es que se diseñó un Mercedes con el motor de un Seiscientos. Es una herramienta muy potente pero la concepción inicial chocó con el régimen comunitario. Tampoco el Estado lo ha hecho valer suficientemente y, por ello, los resultados no han sido sean los esperados”.

-Estamos en una fase de reforma, ¿qué tiene que cambiarse para que sea más efectivo?
“En 2006 se introdujeron algunas modificaciones pero este es un buen momento para defender y revindicar una gran reforma en la ZEC, pero tiene que ir acompañada de un gran cambio en el Régimen Económico y Fiscal (REF). Por encima de todo, hay que negociar un instrumento fiscal y económico para Canarias. La función de la ZEC es atraer inversiones potentes del exterior para diversificar la economía canaria”.

-¿Qué cambios tienen que producirse?
“Es esencial y estratégico conseguir elevar el techo de las bases imponibles para atraer grandes inversiones extranjeras que desarrollen actividades distintas de las que ya están en Canarias. Nos interesan las grandes empresas tecnológicas y todas las multinacionales que trabajen con África. Otro elemento importante es que el beneficio fiscal sea más largo que lo establecido por la UE y que nos permitan ir hasta 2026 o 2030. Pedimos que la actividad industrial no se acote a un determinado terreno sino que se considere todas las Islas como ZEC, siempre cumpliendo las normativas de territorio. Además, queremos ampliar el catálogo de actividades para que entren todas las de base tecnológica”.

-Para que vengan este tipo de empresas es importante que los centros de investigación y las universidades estén a pleno rendimiento…
“Tenemos que atraer todo lo que nos permita ser atractivos para una economía de base digital donde se pueda potenciar la sociedad del conocimiento… Me gustaría traer el talento, no solo la parte industrial…”.

-Pues el Gobierno de Canarias no sigue esa premisa recortando tanto en I+D, ¿no cree?
“Ahora tengo puesto el gorro ZEC y en este sentido, me interesa traer innovación”.

-Pero sin innovación en Canarias, ¿no es difícil que vengan estas empresas de fuera?
“Una de las cosas de las que más satisfecha estoy es de registrar en la ZEC el Call center de Telefónica. Para que tomaran la decisión de establecerse en Canarias, valoraron mucho la existencia de población joven con alta cualificacion y los planes de ayuda para el empleo de estas personas al tiempo que la existencia de una universidad con un departamento importante en Tecnologías de la Información y Comunicación. Eso lo miraron tanto o más como el incentivo fiscal”.