Pau Gasol, hospitalizado tras sufrir mareos

EUROPA PRESS | Madrid

La representación española en la NBA ha sufrido una noche accidentada, ya que Pau Gasol se retiró al descanso del triunfo ante Orlando Magic (103-94) con mareos y náuseas, mientras que José Manuel Calderón no jugó ni un minuto al recibir un codazo que le dejó sangrando en la derrota ante Brooklyn Nets (104-107).

Pau Gasol llevaba 6 puntos, 3 asistencias y 2 rebotes cuando se llegó al descanso del partido ante Orlando, momento en el que su equipo ganaba por 7 puntos (55-48). En dicho instante, el pívot español sufrió mareos y náuseas, lo que le obligó a quedarse en los vestuarios por precaución.

Posteriormente, los Lakers informaron de que el ’16′ tuvo ser ingresado en un hospital para pasar la noche en observación después de recibir tres litros de suero. A falta de comprobar su evolución, es dudosa su presencia en el partido del martes frente a New York Knicks, tal y como explicó el técnico Mike D’Antoni.

En un duelo entre dos de los peores equipos de la NBA esta temporada, los Lakers vencieron apoyados en Jordan Hill, que completó el mejor partido de su carrera con 28 puntos y 13 rebotes. Nick Young, con 26 puntos, fue el otro líder del equipo californiano, mientras que Victor Oladipo fue el mejor visitante con 21 puntos y 10 asistencias.

Menos todavía le duró el partido a Calderón, concretamente 45 segundos frente a Brooklyn Nets. Tras coger un rebote ofensivo, el pívot visitante Mason Plumlee se revolvió en la ‘pintura’ y soltó un fuerte codazo involuntario al base extremeño, que quedó conmocionado y sangrando por la nariz.

Calderón se retiró y ya no volvió a pisar el parqué del American Airlines Center, donde la derrota de su equipo pone en peligro el último puesto de ‘play-off’ de la Conferencia Oeste ante el acecho de Phoenix Suns.

Monta Ellis, el mejor de los ‘Mavs’ con 32 puntos, tiró un triple sobre la bocina que hubiera dado el triunfo a su equipo, pero falló y el partido se fue a la prórroga, donde los Nets sentenciaron. Joe Johnson fue el máximo anotador (22 puntos) en la triunfal vuelta a ‘casa’ de Jason Kidd, esta vez como entrenador tras muchos años vistiendo la camiseta de Dallas.

Por último, Ricky Rubio sí pudo disputar un partido sin sobresaltos y destacar con 19 puntos y 9 asistencias, aunque no pudo impedir que los Suns tomaran el Target Center (120-127) en un festival de baloncesto ofensivo por parte de ambos equipos.

Kevin Love volvió a ser el mejor rozando un espectacular ‘triple-doble’ con 36 puntos, 14 rebotes y 9 asistencias de unos ‘Wolves’ con la sensible baja del lesionado Nikola Pekovic. Los Suns, que llegaron a ir perdiendo por 22 tantos en la primera parte, remontaron de la mano de Markieff Morris (25 puntos) ante un equipo local que se vino abajo en el cuarto final tras haber anotado 103 puntos entre los tres primeros.