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Poco pan ‘pa’ tanto chorizo… – Por Miguel L. Tejera Jordán

   

Magdalena Álvarez y el PSOE tienen una grave problema, Houston. La primera, porque tiene que afrontar el pago de una fianza civil millonaria (29,5 millones de euros) impuesta por la jueza Mercedes Alaya, instructora de los ERE fraudulentos de Andalucía. El segundo, porque tiene que recuperar, ante la ciudadanía española, la poca credibilidad que le queda como partido supuestamente de izquierdas, limpio de polvo y paja. Y de cualquier sospecha. Y no le va a resultar fácil. Aclaremos varias cosas desde un principio: la jueza Alaya no juzga a Magdalena. Instruye una causa en la que la señora Álvarez se halla inmersa. La actual vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI, 23.000 euros mensuales de sueldo), exministra de Fomento y exconsejera de la Junta de Andalucía, será inocente o culpable cuando, de la instrucción, se pase al juicio oral en primera instancia. Y cuando, en segunda, tras los recursos correspondientes, la primera sentencia que se dicte resulte firme. Así que recomendaría a Manuel Chaves, expresidente de la Junta de Andalucía y correligionario de la señora Álvarez, que no eche la culpa de la situación de la última a la jueza, argumentando que le obliga a pagar la fianza coincidiendo con las elecciones europeas. Esa es una opinión maliciosa del señor Chaves, que confunde deliberadamente la agenda de los políticos, entre ellas la suya, con la agenda de la judicatura. Chaves merece un tirón de orejas por su apunte. Que defienda a su compañera de partido, vale, pero no arrojando porquería sobre la imparcialidad y profesionalidad de la jueza porque, haciéndolo, arroja la porquería a todo el sistema judicial y desacredita el principio de igualdad judicial que los socialistas tanto defienden…, cuando les conviene.

En España, como los ciudadanos sabemos muy bien, hay poco pan pa tanto chorizo. Y cuando hablo de los chorizos, hablo de los chorizos de todos los partidos políticos, sindicalistas y empresarios que, a través de sus respectivas organizaciones, están desangrando a este pobre pueblo que, cuando ya no tenga qué comer, terminará por comerse a los políticos, sindicalistas y empresarios mamones que se han apuntado al deporte nacional de meterle mano a la lata del gofio. Hay gente honrada en todos lados. Especialmente en el pueblo. Y hay chorizos dados a la mamandurria en todos los partidos. Va con la condición humana. Y española. Así que Magdalena Álvarez, como cualquier hija de vecina, tiene que rendir cuentas ante la Justicia. Porque los malos, aquí y ahora, no sólo son los chicos del PP de Madrid y de Valencia y tantos otros lugares. Los malos no son de derechas ni de izquierdas. Son los malos por naturaleza. Por ladrones, por mamones y por golfos. Y de ellos, también los hay en el PSOE y en la ristra de siglas de los partidos políticos patrios, (de todos los colores).

Que Magdalena Álvarez sea una santa, sólo depende de ella. De lo que realmente haya hecho. Y de lo que decida la Justicia finalmente.
Hasta entonces, aquí hay poco pan pa tanto chorizo (de cantimpalo, de perro o sobrasada, muy mallorquina ella. Muy española…).