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Presos de la ilusión

   
Una formación del Mercedes Pinto de esta temporada donde falta el delantero Candelaria. / SERGIO MÉNDEZ Chinea (i), el capitán del equipo, y varios jugadores (d) celebrando un tanto de Fran (9), el máximo artillero. / S.M. Chinea (i), el capitán del equipo, y varios jugadores (d) celebrando un tanto de Fran (9), el máximo artillero. / S.M. Yeray, durante un partido. / SERGIO MÉNDEZ
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Chinea (i), el capitán del equipo, y varios jugadores (d) celebrando un tanto de Fran (9), el máximo artillero. / S.M.

JUAN S. SÁNCHEZ | Santa Cruz de Tenerife

Son futbolistas iguales que los que compiten contra ellos, lo único que les diferencia de los demás es la ilusión con la que acuden cada semana a la convocatoria de Eliseo Pérez, el entrenador, para cumplir con su participación en la Serie C del torneo de fútbol siete Ciudad Aguere.

El Mercedes Pinto es un equipo como otro cualquiera, pero muchas veces sus componentes son señalados de forma irracional por algunos rivales que no conciben que lo que les está enfrentando al equipo blanquinegro es un simple partido de fútbol.

Formado mayoritariamente por internos, el equipo compite deportiva y socialmente, juega dos partidos en uno cada jornada, se mide a su oponente y también, en algunas ocasiones, a los prejuicios. Esos diagnósticos previos causan dolor en el seno del Mercedes Pinto donde sus jugadores, encabezados por el líder espiritual y capitán de la escuadra, Chinea, se empeñan semana tras semana en demostrar que lo que les lleva a estar sobre el césped es el amor a un deporte que les permite reencontrarse con la vida que tenían antes de su ingreso en el centro penitenciario durante unas cuantas horas.

La idea inicial era salir a competir en Segunda Categoría bajo la supervisión de la Federación Tinerfeña de Fútbol, un organismo que puso todas las facilidades para que se pudiera hacer posible y facilitaba un campo en el complejo deportivo de El Mundialito para llevar a cabo los entrenamientos. El proyecto se truncó por alta de efectivos pero de esa propuesta nació el Mercedes Pinto de fútbol siete.

El reclutamiento fue algo más sencillo pese a que muchos de miembros del club están ya en el tercer grado penitenciario o disfrutan de la libertad condicional. “Están en un régimen de semilibertad”, cuenta Eliseo, que además de ser el entrenador del equipo es el coordinador del CIS (Centro de Inserción Social) donde los jugadores pernoctan de lunes a viernes tras cumplir con sus obligaciones laborales y antes de disfrutar del fin de semana en libertad.

Eliseo, poseedor del título nacional y técnico también del histórico Candela, de Primera Categoría, encontró un motor fundamental desde el primer momento en “la ilusión y el comportamiento ejemplar” que han ofrecido los miembros de un equipo donde hay jugadores talentosos como Zeben o Anthony, cazagoles como Fran y gente de trabajo firme pero oscuro como Yeray, el mismo Chinea o Coco, el extracomunitario de la escuadra de Eliseo, el único que no cumple con obligaciones penitenciarias.

Los chicos se han convertido en un ejemplo para muchos de los miembros de la comunidad del torneo Ciudad Aguere por su compromiso con el fútbol limpio. “Están haciendo algo que les apasiona y he tratado de inculcarles el respeto, la lucha al máximo y la educación y ellos han respondido porque son personas igual que los demás”.