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Las protestas en Venezuela ya suman 37 muertos, 559 heridos y 168 detenidos

   

EUROPA PRESS | Caracas

La fiscal general, Luisa Ortega Díaz, ha detallado este viernes en Venezolana de Televisión (VTV) que, del total de fallecidos, 29 son civiles y ocho son miembros de las fuerzas de seguridad; mientras que, de los 559 heridos, 379 son civiles y 180 son militares o policiales.

Sobre los detenidos, ha indicado que ya hay 21 “casos conclusivos”, es decir, en los que ha habido un pronunciamiento firme del Ministerio Público sobre el curso del proceso penal. Se trata de 20 acusaciones y de un sobreseimiento.

Entre estos “casos conclusivos” están los de los agentes de la Policía de Chacao Aldair Alberto Pratos Sánchez, Erling Dubraska Noguera López y José Gregorio González Guevara, acusados de homicidio, en el primer caso, y de tentativa de homicidio, en los otros dos.

La crisis política en el país se desató el pasado 12 de febrero, cuando arrancaron las protestas antigubernamentales y la represión de las mismas por parte de las fuerzas de seguridad y de civiles armados.

Desde entonces, opositores y oficialistas han marchado a diario para repudiar las acciones del contrario y llamar a un diálogo que aún no se ha producido porque la oposición exige antes la liberación de los detenidos, el desarme de los grupos pro gubernamentales y el fin de la represión.

La inestabilidad de Venezuela ha llevado a sus vecinos regionales a reunirse para buscar una solución. La OEA se ha limitado a hacer un llamamiento al diálogo, a pesar de que Panamá había solicitado medidas efectivas, lo que ha llevado a Venezuela a romper las relaciones bilaterales.

La Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) fue un paso más allá, expresando su respaldo al Gobierno de Maduro y anunciando la creación de una comisión conformada por los ministros de Exteriores del bloque regional para acompañar el diálogo en el marco de la Conferencia Nacional por la Paz.

Los cancilleres regionales han conseguido que Gobierno y oposición acepten sentarse a la mesa de negociaciones con la mediación de “un tercero de buena fe” de mutuo acuerdo para superar, de una vez por todas, esta crisis política.