Saca de la chistera mañas para enmarcar

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El ente regional tiene una deuda pendiente con la lucha y el resto de nuestros deportes. | SERGIO MÉNDEZ

LUIS DE LA CRUZ | Tegueste

“No estaba muerto, estaba de parranda”. El Rosario Estación de Servicio El Mirador revalidó anoche el título de la Liga Cabildo de Tenerife de Primera Categoría con su triunfo ante el Tijarafe Guanche, por 12-10.

Es posiblemente el título más sufrido y más trabajado de los últimos tiempos del conjunto vallero. Nadie daba un duro por ellos y el arranque en la fase final no fue buena. Les costó derrotar al Campitos en la ida y sufrieron para dejar fuera de la competición al Victoria, en la luchada de vuelta.

Crecieron a marchas forzadas como equipo. No es fácil olvidarse de Eusebio Ledesma, su mejor baluarte, quien padece una lesión de rodilla y lo aparta de los terreros de brega durante seis meses.

A rey muerto, rey puesto. Agustín González Pollo de La Candelaria sacó de la chistera su mejor versión. Lo hizo desde el corazón y con el repertorio de los estilistas para él solito y con la ayuda del resto de compañeros merendarse al Tijarafe, que anoche le faltó concentración en la recta final del encuentro.

Ya es un tópico, decir, que el Pollo es mucho Pollo, pero es verdad: Agustín González Pollo de La Candelaria, en su primera actuación, fue directo a la yugular de Gomerito III. A la voz de ya; a toque de pito, conectó garabato para derribar al luchador del Tijarafe, hasta ese momento, el mejor de la competición de Primera. Sabía que no era y coser cantar. Respuesta inmediata del Gomerito, que por atravesada, empataba el emparejamiento.

Nervios en la grada y apoyo de sus respectivas aficiones a dos de los mejores luchadores del Archipiélago. Ganarle la posición al contrario a la hora del agarre era determinante. El grancanario es un profesional en eso. Se agachó un fisco y cuando al Gomero no le quedó más remedio que escarrancharse, allí estaba de nuevo Agustín González Pollo de La Candelaria. Es letal en esa posición y, de nuevo, un garabato como un día de fiesta, mientras que la cara a la familia del Tijarafe se le quedaba blanca.

Siempre queda una segunda oportunidad: el Tijarafe tenía posibilidades de ganar la final y todo pasaba por la actuación del palmero Kevin Acosta. La primera brega entre el luchador del Tijarafe y el Pollo de La Candelaria fue separada.

Se la jugaban a doble o nada en la segunda agarrada. Garabato de Agustín González y Acosta lo estaba esperando. Los dos marchaban camino de la arena y la agarrada fue sumamente ajustada. Los tres colegiados no se complicaron la vida. En estos casos, lo correcto es revuelta.

Vuelta a empezar en la ruleta de la suerte. Kevín Acosta lo intentaba y, en una de estas, traspié del Pollo de La Candelaria y el título viajaba ya camino de Valle de Guerra porque el de Ingenio establecía el definitivo 12-10. Nervios del momento, Kevín Acosta se calentó y protestó la decisión arbitral por entender que el grancanario le puso el codo en la boca y le impidió contrear la maña del rival. Pronto se dio cuenta del error, retornó al terrero, pidió disculpas y felicitó al rival y, es que la nobleza manda en este deporte.

Trabajo colectivo
Terapia de grupo y espíritu guerrero, eso es lo que le ha inculcado durante todos estos días, Chevo Ledesma a sus muchachos. Todos hicieron su papel y a Marcos Ledesma no le importó ser actor secundario para que el Pollo de La Candelaria fuera el chico de la película. El puntal A del Rosario Estación de Servicio El Mirador sabía que por detrás quedaba el puntal C y Alejandro Afonso, dos hombres de su confianza. Miró al marcador y entendió que lo mejor con Miguel Pérez era separarse en la primera brega. Jugó con el tiempo y la amonestaciones. Pérez atacó algunas veces y Ledesma se defendía. El tiempo pasó y la primera fue separada. Aire, concentrado y al ataque. Ledesma lo intentó en los inicios de la segunda brega. Más tarde, esperó a que el minuto y medio se consumiera. Los dos puntales A se eliminaron. La estrategia favoreció al jefe de filas del conjunto de Valle de Guerra.

Temporada para enmarcar. Estaba preparado para todo. Lo primero que tenía que hacer es que su equipo mandara en el marcador para jugar su entrenador con las sillas. Hizo lo justo y necesario para dar las dos seguidas a Belarmino Goya y esperar el turno para medirse con Kevín Acosta pero nunca llegó porque El Pollo resolvió. Además, el Peto tiró a Iván Pérez y se eliminó con Yeray Hernández. Abián Guillén y Sergio Hernández, también brillaron por los valleros.