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VI Subida El Tanque > incidencias

Susto en la primera manga oficial

   
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Momento del primer impacto. El piloto no puede detener el vehículo e inicia su entrada al garaje. El coche, detiene su marcha dentro del garaje y milagrosamente no enviste de gravedad a ningún espectador. SECUENCIA DE IMÁGENES DE ÁLVARO DÍAZ (MOTORCHICHARERO)


ÁLVARO DÍAZ | El Tanque

Afortunadamente, todo quedó en un susto. Tras la manga de entrenamientosinicial se celebraba la primera de las dos clasificatorias. Era una curva a derechas, rápida y con fuerte frenada previa. Estaba marcada como zona prohibida para los espectadores con una cinta tras la que estaba la puerta del garaje de una de las casas que se encuentran en el recorrido de los 4,5 kilómetros de la VI Subida El Tanque.

Pese a la prohibición, en la zona marcada como ‘no’ había un numeroso grupo de personas entre las que había menores de edad. Los vehículos de seguridad que preceden al comienzo de la competición y que deben dar cuenta al director de carrera de situaciones como la citada o no la vieron o…lo cierto es que llegó el coche cero y a su llegada a la zona ya avisó del peligro, por lo que tras su paso muchos fueron los que optaron por abandonar el peligroso lugar o, lo que era lo mismo el exterior de una trazada, es decir, posible escapatoria del piloto en caso de una salida de carretera, tal y como pasó.

Nadie le va reprochar a los entusiastas y ejemplares componentes de la escudería Daute Realejos -la nueva junta directiva se estrenaba en esta carrera- su buena labor organizativa, pues todos los puntos negros de la rampa de El Tanque estaban perfectamente señalizados, así como todos los medios (Cruz Roja, Bomberos, Grúas, etcétera) prestos y dispuestos para actuar de forma rápida y eficaz como así sería, pero de nada sirve tanto trabajo y esfuerzo si después no se cumplen las premisas básicas: personas presenciando la carrera en zonas prohibidas.

Así, un incidente (avería, salida de carretera, etcétera) como el que ocurrió y en el que, por una o varias de estas causas, un coche de competición termina entrando por la puerta de un garaje de una casa -¡menos mal que estaba abierta!, lo que ayudó a la escapatoria de varias de las personas que allí estaban- no es para pasarlo por alto.

Pese a la espectacularidad del accidente, afortunadamente, todo quedó en un susto, pero lo sucedido debe servir a todos de necesaria y profunda reflexión.