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la punta del viento > Por Agustín M. González

Candi y Susi – Por Agustín M. González

   

Margarita, Ana, Luis, Álvaro, Nieves, Nana, Raúl, Noemí, Nico, Luis F., Moisés, Javier, Santiago, Belén, Verónica, Poupée, María José, Susi y Candi. Son los nombres de los 19 compañeros que, lamentablemente, han tenido que dejar esta Casa días atrás, como consecuencia de un ERE obligado por la interminable crisis económica que sigue castigando a los trabajadores, y muy especialmente a los medios de comunicación.

La caída de los ingresos publicitarios por una parte y el avance irrefrenable de las nuevas tecnologías de la comunicación, como Internet y las redes sociales, han condenado a los periódicos de papel cuando no a la desaparición -dificílmente evitable ya-, sí a una transformación radical que requiere menos personal. Ha sido duro ver salir a los 19 compañeros, como lo fue también ver a los que salieron antes, en una sangría constante e imparable que se extiende por todas las empresas de este sector maldito. Eso no es consuelo. Dicen que donde más trabajo ha destruido la crisis es en la construcción y en la prensa. Para los que nos quedamos también es duro y complicado porque un periódico está formado, no por números y máquinas, sino por seres humanos, que sienten y padecen y que aparte de productividad y eficacia, son capaces de aportar pluses como la implicación, la motivación, la creatividad, el compañerismo. Este es un trabajo en equipo. Nadie es imprescindible, pero todos son valiosos. Vamos a echar de menos a estos compañeros y amigos, en lo profesional y, sobre todo, en lo personal, pues son muchos los años de trabajo y vivencias compartidas bajo el mismo techo. Algunos de los que se han ido, son en sí mismos, parte de la historia de esta empresa. Es el caso de Susi y Candi, las entrañables y eficientes telefonistas que han puesto voz al Diario durante casi cuarenta años. Se hace muy raro no oír su saludo al otro lado del auricular, o verlas en su mostrador de la entrada. En ellas personalizo el afecto y el agradecimiento de los que seguimos aquí, con un abrazo sincero y con el deseo de que a ellas dos, al igual que a los 17 compañeros restantes, les sobre suerte y salud en la nueva etapa que ahora emprenden. Aquí les recordaremos y les echaremos de menos; a todos.