Vivimos una situación dura y compleja que nos genera incertidumbre y miedo, pero que hay que conseguir superar y salir adelante. Necesitamos de personas que sean capaces de motivar y desarrollar potencialidades que nos ayuden a salir de ese ambiente de temor. Más que nunca necesitamos lÃderes.
Responder con miedo es contraproducente para la productividad de una organización. Sólo los lÃderes capaces de entender la dinámica que hace aflorar ese miedo pueden desarrollar e incentivar el talento de sus trabajadores. Con esta reflexión no pretendo abrir el debate sobre si los recortes en los derechos laborales eran o son necesarios.
Sólo deseo recordar que tener la espada de Damocles sobre la cabeza de las personas no ayuda a mejorar la productividad de las organizaciones. En definitiva, la incertidumbre y el miedo producen la paralización del sistema. En una sociedad llena de prejuicios, incertidumbres y egos, todos necesitamos más que nunca de grandes dosis de credibilidad y confianza en las organizaciones y las instituciones.
No saber qué pasará puede resultar un factor que no favorezca la cohesión social. Facilitar el acceso a la información y compartirla, ayuda a fomentar una visión positiva de la realidad que nos toca vivir. La transparencia por tanto es vital como motor generador de credibilidad y confianza. Si a esto le añadimos la empatÃa para poder entender a los otros, la generosidad y la energÃa para empujar con ellas haciendo equipo, tendremos lÃderes capaces de movilizar en positivo a las personas.
*TENIENTE DE ALCALDE DEL AYUNTAMIENTO DE ARONA Y CONCEJAL DE URBANISMO
@CarmeloMGM